El nuevo "simpa" que aterroriza a las gasolineras: se hace con el móvil

Así es el método para irse sin pagar de las gasolineras que ya lleva más de 500 denuncias

No pagar gasolina | El nuevo "simpa" que aterroriza a las gasolineras: se hace con el móvil

No pagar gasolina | El nuevo "simpa" que aterroriza a las gasolineras: se hace con el móvil / INFORMACIÓN

Eneko López Rico

Eneko López Rico

Parece que la picaresca española no tiene límites. Así lo demuestra el nuevo "simpa" que denuncian las gasolineras y que tiene como herramienta el teléfono móvil. Los delitos por irse sin pagar de un establecimiento, lo que comúnmente llamamos "simpa", están a la orden del día y en los últimos tiempos los delincuentes están tirando de creatividad.

De hecho, los que se producen en gasolineras, en concreto, están aumentado de manera preocupante y así lo ha explicado el secretario general de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio Comunidad de Madrid (AEESCAM), Víctor García Nebreda. Los trucos que emplean los delincuentes para hacer estos "simpas" son muy diferentes, pero hay uno que tiene aterrorizadas a las gasolineras, debido a que se trata de un método muy difícil de detectar.

El modus operandi de este nuevo "simpa" en gasolineras es el siguiente: el delincuente lleva grabado en su teléfono móvil el sonido que hace el datáfono cuando el pago se ha realizado correctamente y cuando acerca el móvil al datáfono activa la grabación, sin que el dependiente se de cuenta. Después, abandona la gasolinera rápidamente mientras el trabajador de la estación de servicio se queda esperando a que el terminal de cobro imprima el recibo, que nunca llega a salir.

Este método para hacer "simpas" en gasolineras ha puesto en alerta a las estaciones de servicio y solo en el País Vasco se han recogido 500 denuncias a lo largo de este año, una cifra que, lejos de disminuir, crece imparable junto al precio de los combustibles.

¿Es delito hacer un "simpa"?

Sí, hacer un "simpa" en una gasolinera está tipificado como un delito leve de estafa, ya que normalmente la cantidad de dinero estafada es inferior a 400 euros. Actualmente, este tipo de delitos están sancionados con una multa económica de entre 1 y 3 meses de pago diario, a lo que se le debe sumar el precio del combustible sustraído. Además, la repetición de este delito está recogida como agravante y sí incluye una pena de prisión menor.

Y es que, precisamente en las gasolineras, es relativamente fácil pillar al infractor. Ya que la obligación de las estaciones de servicio de contar con sistemas de grabación permite identificar el vehículo por la matrícula y denunciar al propietario.