XXII Congreso Gnóstico Internacional de Antropología

Las sectas aprovechan la pandemia para crecer

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Rafa López | @Garcio72

Las sectas han aprovechado la época más difícil de la pandemia para crecer. Es lo que cree el mayor experto de España en estos grupos, Luis Santamaría del Río, que entre la maraña de organizaciones que beben de la teosofía y del movimiento new age pone el acento en las sectas gnósticas. En Galicia tenemos el triste recuerdo de la madre que mató a su bebé en un hotel de Santiago en 2015. Él y su marido asistieron al XXII Congreso Gnóstico Internacional de Antropología en Santiago, y expertos en sectas consideran que esa organización influyó en la madre homicida, a la que se aplicó la eximente de enajenación mental. Hay una decena de sectas gnósticas distribuidas por España, y “Vigo, por su tamaño, es el lugar de Galicia que más concentra, cuantitativamente, este tipo de grupos”, estima este especialista.

“Están por todas partes”, apunta a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, Luis Santamaría, que lleva más de dos décadas estudiando las sectas y fundó en 2005 la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). “Hay quien piensa que hay un menor movimiento porque ya no se ven tantos carteles por la calle, pero estoy convencido de que ha habido un crecimiento importante”, asegura Santamaría, que explica que estos grupos se mueven sobre todo en redes sociales, como Facebook.

Santamaría sostiene que hubo un “repliegue forzoso motivado por la pandemia”, lo que trasladó al terreno virtual la actividad de las sectas gnósticas, pero que eso no puso una desaparición de estos grupos ni una disminución de sus actividades, al contrario. Es mucho más fácil engañar a la gente que sufre: “Aprovecharon el momento de gran vulnerabilidad social y personal, el ambiente de miedo, incertidumbre, enfermedad y muerte [por el COVID-19] para atraer más adeptos, y creo que lo han conseguido”, denuncia el experto.

¿Cuál es el origen de las sectas gnósticas? El fundador del movimiento gnóstico moderno fue el colombiano Samael Aun Weor, cuyo nombre de nacimiento era Víctor Manuel Gómez Rodríguez. A su muerte, en 1977, surgieron otras organizaciones bajo la denominación de “gnósticas”, derivadas del movimiento que Samael Aun Weor creó en América Latina, España y otras partes del mundo. Entre los personajes célebres que captó está el famoso actor cómico mexicano Mario Moreno “Cantinflas” (1911-1993). En internet se encuentran numerosas fotos del comediante junto a Samael Aun Weor.

“Era un personaje del mundo esotérico que decía poseer un conocimiento especial de la verdad, y que hizo un sincretismo de un montón de doctrinas filosóficas, religiosas, esotéricas y espirituales –explica Luis Santamaría–. Sobre la base de la teosofía construyó su propio sistema de pensamiento con elementos cristianos, hindúes, budistas, de la masonería, del rosacrucismo... Creó el Movimiento Gnóstico Universal, también llamado Cristiano o Iglesia”, agrega.

“Alquimia sexual”

En su primer libro, “El matrimonio perfecto”, Samael Aun Weor expuso su teoría de la transmutación sexual, según la cual se puede convertir el semen en amor y sabiduría. Es la llamada “castidad científica”, uno de los pilares que fundamentan su enseñanza, junto con la “muerte mística” y el “sacrificio por la humanidad”.

Así, los adeptos deben practicar la “magia sexual”, o “alquimia sexual”, que consiste en mantener relaciones sexuales dentro de la pareja sin eyacular. Se les promete que se convertirán en “seres superiores” si lo llevan a cabo, lo que desemboca en una gran frustración. El abogado argentino Héctor Walter Navarro, especializado en sectas, apuntó a la “alquimia sexual” como detonante del homicidio del bebé de Santiago. En su momento apuntó como hipótesis que se hubiera incumplido ese principio gnóstico, que establece que el hombre nunca puede eyacular y la mujer no debe llegar jamás al orgasmo.

La mujer fue finalmente absuelta de asesinato al aplicársele la eximente de enajenación mental. En su lugar fue condenada a un máximo de 25 años de internamiento en un centro penal psiquiátrico.

Miedo a un cataclismo

Según explica Santamaría, a los adeptos se les induce también, como ocurre en las sectas apocalípticas, el miedo ante un cataclismo inminente del que solo se van a salvar ellos. De esto versa el libro “Hercólubus o planeta rojo”, un libro sobre la destrucción de la vida en la Tierra por el impacto de otro planeta, y que las sectas gnósticas reparten a veces de forma gratuita.

Los gnósticos llevan décadas en España, fragmentados en varios grupos enfrentados entre sí, que se acusan unos a otros de ser traidores al legado de su iniciador. Cada grupo se considera el verdadero heredero de su espiritualidad y su enseñanza, un rasgo típico de los grupos sectarios y que tan magistralmente reflejaron los Monty Python en la escena del circo romano de “La vida de Brian”.

El método de captación de las sectas gnósticas son las conferencias y cursos gratuitos que organizan todos los meses, a menudo utilizando salas que les ceden los ayuntamientos. Algunos de los temas que plantean son la meditación y el autoconocimiento, aparentemente inocuos. Santamaría (@vaiconDios en Twitter) ha llamado la atención con frecuencia en sus redes sociales sobre estas convocatorias, sobre todo cuando cuentan con la colaboración activa o pasiva de ayuntamientos que les ceden locales municipales para presentar cursos o celebrar conferencias.

Estos grupos gnósticos están legalizados como asociaciones en el Ministerio del Interior y tienen una fachada de asociación cultural que ofrece una formación en cuestiones que no se abordan en el mundo académico, según ellos, y acaban enganchando a algunos de esos curiosos que acuden a sus charlas.

Cartel de una secta gnóstica para un curso en Benidorm, Alicante.

Cartel de una secta gnóstica para un curso en Benidorm, Alicante.

Las personas que captan las sectas gnósticas “se adentran cada vez más en un grupo esotérico con sus rituales, sus túnicas y cosas que quizás asustarían a un ciudadano medio en un primer acercamiento, pero después de unos meses de adoctrinamiento y técnicas de persuasión coercitiva consiguen atrapar a algunas personas”, relata Luis Santamaría.

Una de las técnicas que utilizan las sectas para captar a los adeptos es la del “love bombing” o “bombardeo de amor”, que funciona mucho mejor si las personas sufren algún tipo de padecimiento personal, como tristeza, enfermedad, depresión o aislamiento social. “La secta siempre apunta a dos ámbitos esenciales de la persona –destaca Santamaría–. El primero es el afectivo y emocional. De ahí que le hagan sentirse bien con unos nuevos amigos y una nueva familia, que es en lo que se convierten los perfectos desconocidos del principio. El segundo ámbito es el de la espiritualidad o el sentido de la vida”, añade.

Otro ejemplo de captación que pudo resultar trágico fue el de la alicantina Patricia Aguilar, que se fugó de Elche para ir a Perú recién cumplidos los 18 años. Su familia halló en su habitación folletos sobre los gnósticos de Samael Aun Weor y alertó a la policía. Sin embargo, cuando ya se había activado una alerta internacional de desaparición, la joven publicó un vídeo en YouTube en el que aseguraba que “no tenía relación” con ninguna secta y que no estaba desaparecida, sino que se había marchado voluntariamente porque “había problemas” en su casa. La había captado el líder de un minúsculo grupo gnóstico de Perú. “Tuvo que ir su padre a rescatarla, porque las autoridades peruanas no eran capaces de encontrarla”, recuerda Luis Santamaría. El gurú, Félix Manrique, fue detenido y condenado por explotar sexual y laboralmente a cinco mujeres. Pasado el tiempo, y arropada por sus padres, la joven reconoció que el miedo y las amenazas le habían impedido contar la verdad con anterioridad. “No es algo sencillo salir de ahí”, admitió.

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Una de las entidades cuya naturaleza es más discutida es Nueva Acrópolis, una asociación considerada “neofascista” en un informe del Parlamento Europeo. Según el observatorio sobre sectarismo RedUne, que recoge sentencias judiciales y documentos internos de la organización, está identificada como secta destructiva por la Asamblea Nacional Francesa (1995)por organizaciones internacionales y por redes de apoyo a víctimas de sectas. Recientemente, exadeptos denunciaron en el diario uruguayo “El País” su carácter de “secta paramilitar y esotérica”.

Fue fundada en 1957 por el argentino Jorge Ángel Livraga y está presente en 54 países. También en muchas ciudades españolas, entre ellas Vigo, donde Nueva Acrópolis lleva décadas implantada, aunque en sus carteles –tanto en papel como digitales– suelen utilizar la denominación Espacio Gran Vía para convocar cursos de filosofía, psicología e incluso de fotografía y guitarra. Según Luis Santamaría, Nueva Acrópolis tiene “una apariencia externa de asociación cultural y una realidad interna de grupo iniciático de doctrinas ocultas”. Hunde sus raíces en la teosofía, un movimiento esotérico del siglo XIX. “Tanto los grupos gnósticos como Nueva Acrópolis proceden de la teosofía. Parte del cuerpo doctrinal de Nueva Acrópolis son comentarios a las obras de Madame Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica”, comenta.

El experto apunta a la ruptura con las relaciones sociales y a procesos de persuasión coercitiva o manipulación mental, que está en la base de las prácticas negativas y a veces no se pueden considerar delitos. “Es lo más complicado explicar a un juez, que lo que una persona hizo o se dejó hacer se debe a un proceso de condicionamiento y de violencia psicológica –precisa–. Son adultos que firman un asentimiento supuestamente libre a una serie de actividades. ¿Cuál es el problema? Que acudieron a un curso de filosofía en una asociación cultural y acaban formando parte de un movimiento secreto que enseña una doctrina exclusiva y que propone una nueva forma de organizar el mundo. Tienen la aspiración de que haya una ‘aristocracia acropolitana’ que acabe dominando el mundo. De ahí el cariz paramilitar, el simbolismo esotérico y esa disciplina férrea basada en unos supuestos valores de la antigüedad clásica”, remacha.

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