Salud mental

Australia allana el camino para tratar enfermedades mentales con drogas psicodélicas

El país aprueba el uso del MDMA y la psilocibina en terapias dirigidas a pacientes con depresión resistente y estrés postraumático

Dosis de MDMA, un psicodélico.

Dosis de MDMA, un psicodélico.

Beatriz Pérez

Australia permitirá, desde el próximo 1 de julio, el uso de medicamentos que contengan dos drogas psicodélicas: la psilocibina (presente en los llamados hongos alucinógenos) y el MDMA (conocida como éxtasis) para tratar, respectivamente, la depresión resistente y el estrés postraumático. Australia se convierte así en el primer país del mundo en aprobar el uso de psicodélicos en terapias dirigidas (esto es, bajo supervisión médica) para abordar estas dos enfermedades mentales.

La Administración de Bienes terapéuticos (TGA, en inglés) ha emitido un comunicado en que permite que ambas sustancias sean prescritas por "psiquiatras específicamente autorizados para el tratamiento de algunas dolencias de salud mental". Hay "suficientes pruebas de beneficios potenciales para algunos pacientes", asegura el documento. La pandemia de covid y el consecuente aumento de las enfermedades mentales ha puesto de manifiesto la necesidad de avanzar en otras terapias más allá de las convencionales.

La investigación de los psicodélicos para tratar enfermedades mentales ha experimentado un espaldarazo en los últimos años. EEUU, pionero en este ámbito, ya ha arrancado la fase tres (la previa antes de la comercialización del medicamento) de dos ensayos: uno del MDMA para tratar el estrés postraumático y otro de la psilocibina (aprobados ambos ahora en Australia). Además, estudios similares se están realizando también en Europa y en concreto en Cataluña, aunque van un poco por detrás de los de EEUU.

"Lo que ahora ha decidido Australia es no esperar al proceso de comercialización de estos fármacos y permitir que los terapeutas los prescriban en pacientes que no han obtenido beneficios con las terapias convencionales", señala el psicofarmacólogo Antón Gómez-Escolar Sanz, autor de 'Guía esencial del renacimiento psicodélico' y vocal de la Sociedad Española de Medicina Psicodélica (Sempsi). Gómez-Escolar recalca que estas sustancias serán administradas en el marco de una psicoterapia asistida, es decir, dentro de un programa médico, en un marco temporal limitado y con la supervisión de psicólogos y psiquiatras.

La duda está en cómo, si los fármacos todavía no están siendo comercializados, se darán al paciente. Se trata, según este psicofarmacólogo, de un "camino intermedio" para tratar a las personas antes de que se ponga a la venta el medicamento. No cree que haya muchos problemas al respecto, porque el uso de la sustancia psicodélica será "puntual" y bajo "supervisión médica". "No es algo que venderá en farmacias, sino que bastará con que el médico tenga acceso a ellas puntualmente", precisa.

"Beneficios potenciales"

El ente regulador de Australia permite la prescripción de la droga sintética MDMA para el tratamiento del síndrome de estrés postraumático y la psilocibina para depresiones que no mejoren con otros tratamientos. "Estas son las dos únicas enfermedades para las que hay suficientes pruebas de beneficios potenciales para algunos pacientes", dice el comunicado emitido la semana pasada.

Para recetar fármacos con estas sustancias, los psiquiatras deben recibir la aprobación de la Administración de Bienes Terapéuticos (TGA), que lo someterá al juicio de un comité de investigación ética. La TGA reconoce la "falta de opciones" para pacientes con enfermedades mentales que resisten a los tratamientos, pero recuerda que son necesarios los controles para posibles efectos adversos de estas terapias y que, para usos al margen de las dos dolencias mencionadas, siguen siendo sustancias prohibidas.

Aunque en el mercado australiano no existen productos autorizados que contengan cualquiera de estas dos sustancias, la TGA permitirá a los psiquiatras autorizados a proveerse legalmente de "medicamentos no aprobados" que las contengan. 

"Paso importante"

Para Gómez-Escolar, el de Australia es un "paso importante" en el avance del uso de psicodélicos para tratar algunas enfermedades mentales. "En países como Canadá o Suiza ya se ha intentado hacer algo parecido. Pero ahí suele ser para casos más graves. En Canadá, por ejemplo, se administran en situaciones de diagnosis terminal", señala este experto.

Cree que, en el caso de España, "aún queda un camino largo". EEUU, sin embargo, está "muy cerca". "Europa lleva entre dos y tres años de retraso con respecto a EEUU", dice Gómez-Escolar. En Norteamérica se espera que el uso de MDMA y psilocibina esté aprobado "a finales de este año" o "principios del siguiente".

En Catalunya, el Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat) inició ya el ensayo clínico con la psilocibina, cuya fase tres realizará el Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR). Ambos centros también realizarán la fase tres del estudio con MDMA. Sant Joan de Déu, VHIR y el Hospital Clínic, además, van a investigar también el alucinógeno 5-MDMT para la depresión resistente (aquella que no responde a los fármacos convencionales).

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