Crisis de vivienda

Se alquilan literas por 160 euros al mes en Madrid: "Es para compartir gastos"

El elevado precio de la vivienda hace que proliferen los anuncios de alquiler de literas y habitaciones compartidas

Cartel de alquiler de literas.

Cartel de alquiler de literas.

Analía Plaza

Un cartel que ofrecía el alquiler de literas los fines de semana apareció hace unas semanas en las farolas de distintos barrios de Madrid. A razón de 160 euros al mes, el hombre que atendía las llamadas afirmaba contar con varias camas en los bajos de un edificio de Tetuán, un distrito desigual que cuenta con un lado rico y otro pobre; una rareza dentro de la M-30, donde apenas quedan zonas de rentas bajas. El edificio en cuestión estaba en una calle angosta del lado pobre.

"Pero ya están todas cogidas: se alquilaron en el mismo día", dijo el anunciante al ser preguntado por teléfono. "Son para señoras con empleos domésticos que no salen de su trabajo en toda la semana y vienen cuando libran".

No por sorprendente era anecdótico dicho cartel. El alquiler de literas o de habitaciones compartidas —con dos camas separadas— empieza a hacerse hueco en los portales inmobiliarios. Idealista ha introducido nuevos filtros en la búsqueda de habitaciones en alquiler, como el tipo y el número de camas (individual, doble, dos camas o sin cama), la posibilidad de alquilar entre dos personas que sean pareja y la admisión de menores de edad.

La empresa no ha respondido a una solicitud de información de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, sobre cuándo los metió, si bien usuarios de la plataforma consultados no recuerdan haber visto estos filtros en sus búsquedas de los últimos tiempos. En las webs inmobiliarias de Londres y Nueva York, las habitaciones en alquiler para parejas llevan años siendo habituales.

En el momento de escribir estas líneas, hay 232 habitaciones que admiten parejas anunciadas en Madrid, de las cuales 29 admiten también menores. Y hay 72 habitaciones con dos camas. En Barcelona salen 49. En San Sebastián, 8. En Palma de Mallorca, 9. En Málaga, 11, y en Sevilla, 19. Por sus descripciones, no todas las habitaciones de dos camas están dirigidas a dos personas, pero muchas de ellas sí: para dos estudiantes, para dos chicas e incluso para una chica que esté dispuesta a compartir litera con otra que ya está allí por 250 euros al mes.

Se buscan chicas internas

Algunos de los anuncios de Idealista —Fotocasa no tiene estos filtros y en Badi, una plataforma de alquiler de habitaciones, no hay publicada ahora mismo ninguna habitación compartida— especifican que buscan inquilinas internas, es decir, mujeres que trabajen y duerman durante la semana en una casa y solo necesiten cama durante el fin de semana. Milanuncios, web en la que caben ofertas de todo tipo (venta de productos, servicios, empleo e inmobiliario), tiene un buen puñado de anuncios de habitaciones para internas en Madrid.

El alquiler está por las nubes y la gente necesita compartir un espacio cada vez más pequeño para vivir

Detrás de cada una hay una historia distinta, pero en general se resumen en que el alquiler está por las nubes y tanto unos (los que ofrecen) como otras (las que alquilan) necesitan compartir un espacio cada vez más pequeño para vivir.

"Trabajo de interna y busco una chica interna para compartir habitación conmigo y pagar a medias. Serían 175 euros. Hay camas individuales". En realidad, y tras llamar en calidad de persona interesada, el anuncio lo puso la dueña del piso. Según explica, en la habitación —con dos camas individuales y en Tetuán— había dos internas compartiendo, pero una se ha marchado y la que queda, paraguaya, le ha pedido ayuda para encontrar nueva compañera. En el piso hay tres habitaciones: una está alquilada normal, en la otra está la dueña y a esta tercera acuden las internas de sábado a domingo por la tarde (esto es, cuatro noches al mes). También festivos. Sale la noche a 43,75 euros, con la 'ventaja' de que el resto del tiempo la inquilina puede dejar allí su ropa.

"Se alquila una habitación para compartir a dos chicos o dos chicas. 180 euros cada una. Preferentemente, chicas internas". En este caso, es una familia colombiana quien pone el anuncio. "Primero vivía una pareja, luego vinieron dos chicas y les compré dos camitas de noventa. Son 180 euros por persona; 400 si es pareja", explica la anunciante. "Alquilamos para que nos ayude a pagar el piso, porque se ha disparado el precio: si no, yo no alquilaría a nadie. Todo está demasiado caro y no nos alcanza para darnos el lujo de vivir solos".

En Wallapop encontramos el anuncio de una litera triple en alquiler. La anunciante explica, tanto en el texto como posteriormente por Whatsapp, que en la casa viven ella y su novio (primera habitación), sus hijos (segunda habitación) y dos chicas que comparten (tercera habitación). Es en esta última donde sobra una cama, la de abajo, pero es algo incómoda. Por eso dirige el anuncio a personas que solo la necesiten una o dos noches a la semana.

Para su comodidad, ofrece también el sofá. Pide 150 euros. "Ahí tendrías el salón y la tele para ti. Buscamos a alguien que venga solo los fines de semana, ya que en casa somos muchos y nos quedaríamos sin salón". Al pedir más información —¿es normal alquilar solo los fines de semana?—, declina amablemente contar más y zanja la conversación. "Lo alquilo porque así no me dan los gastos. Doy un lugar y ya".

Otros anuncios son de trabajadoras domésticas que alquilan sus propios cuartos los fines de semana —por 170 euros al mes "yo la ocupo de lunes a viernes y te la dejo los sábados y domingos libre"— o que buscan compañera para compartir. Según datos de la ciudad de Madrid analizados por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, hay 59.406 hogares en los que viven cinco personas adultas o más.

"La gente busca sobrevivir"

Rafaela Pimentel es portavoz de la asociación de trabajadoras del hogar Territorio Doméstico. Cuenta que el alquiler de habitaciones compartidas entre internas es habitual. "Ya hace muchos años. Lo que hacías era pagar 200 o 300 euros por tu habitación y que la persona que fuera los fines de semana pagara 100. Se benefician las dos, porque una interna no podría pagar el dinero que le piden por el mes completo. Y ahora menos, que llegan a pedir por las habitaciones 500 euros", dice.

Los elevados precios de la vivienda en alquiler —en 2023 subieron un 11,2% en Madrid— están arrastrando a los precios de las habitaciones. Hace menos de una década era posible encontrar habitaciones a una media de 300 euros en Madrid, pero en los últimos tiempos este dato se ha disparado y ya llega a una media de 446 euros mensuales, según datos recopilados por Fotocasa.

Aunque suele ponerse el foco en los jóvenes dadas las bajas tasas de emancipación juvenil (en España, solo el 15,9% de los jóvenes hasta 29 años viven fuera de casa de sus padres; en Madrid, el 16,2% y hacia abajo), los adultos con trabajo precario, en muchos casos migrantes, también se ven especialmente perjudicados. En lugares como las Islas Baleares hace tiempo que profesores, médicos y policías se ven situaciones similares, de alquiler de tiendas de campaña y balcones. Y hay trabajadores que ya han renunciado a un piso y se han ido a vivir a una autocaravana.

"Antes las llamaban camas calientes. Se alquilaban sofás: si uno trabajaba por la mañana y otro por la tarde, compartían", continúa Pimentel. "Algunos lo hacen para aprovecharse y otros para sobrevivir. A ellos les cobran una pasta y para poder pagarlo alquilan el sofá. Lo que no puede ser es que en este país cueste la vivienda más de lo que que uno cobra".