UN BIEN PATRIMONIAL QUE SUFRE DAÑOS

Nuevo desprendimiento en una de las torres: "El Pilar no se está hundiendo, pero sí que hay que ser prudentes"

La tercera caída de una piedra en un año obliga a vallar todas las torres del templo / Serrano no descarta una rehabilitación que obligue a colocar andamios en la fachada

La torre suroeste, al igual que todas las demás, van a permanecer valladas para prevenir posibles accidentes.

La torre suroeste, al igual que todas las demás, van a permanecer valladas para prevenir posibles accidentes. / Andreea Vornicu

Iván Trigo

El Ayuntamiento de Zaragoza ha ordenado el vallado de las torres del Pilar después de que esta semana se desprendiera de la torre de Santa Leonor, la noreste, una piedra de "entre dos y tres kilos de peso". Es la tercera vez en los últimos doce meses que ocurre un hecho similar, por lo que para garantizar la seguridad de los viandantes que transcurren en torno a la basílica, se ha asegurado el perímetro de las cuatro torres.

"La piedra era de un tamaño importante. Si hubiese transitado una persona por debajo justo en ese momento podríamos estar hablando de consecuencias mucho peores. Afortunadamente no fue así", dijo ayer el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano.

Este tercer desprendimiento da cuenta del deterioro de "algunos elementos arquitectónicos de las torres", si bien Serrano quiso llamar a la calma: "El Pilar no se está hundiendo, pero sí que hay que ser prudentes", exclamó el concejal.

El primer desprendimiento ocurrió en mayo del año pasado y la piedra cayó desde la misma torre que en esta última ocasión, la que está en paseo Echegaray y pegada al edificio del ayuntamiento. Meses después, en septiembre, otro elemento volvió a despegarse de otra torre, la sureste, ya en la plaza del Pilar.

Entonces sí que se valló el alrededor de esta torre, y así sigue hasta el día de hoy, si bien ahora las vallas ya rodean el entorno de las otras tres estructuras.

Esta actuación preventiva para evitar que otros posibles desprendimientos causen daños personales anticipan una más que posible restauración de las torres, lo que supondrá colocar andamios que ocultarán un edificio que es el símbolo por excelencia de Zaragoza. De todas formas, "serán los técnicos", advirtió Serrano, los que determinen el calado de las actuaciones de rehabilitación que se tengan que realizar.

Lo que sí que se sabe ya es que "la piedra en algunos puntos concretos de algunos elementos arquitectónicos de las torres, fundamentalmente en los alféizares de las ventanas", están dañadas "fruto del tiempo, de la composición de la tierra y de la oxidación de los armados que sostienen este tipo de construcciones", apuntó Serrano.

Para avanzar en el diagnóstico y en las tareas que se deben realizar, Serrano contó ayer que se ha convocado una reunión la semana que viene con técnicos de Urbanismo y los responsables del patrimonio del cabildo y el arzobispado a la que también se invitará a los técnicos del Gobierno de Aragón.

"Dado que se trata de un emblema de la ciudad, apelo a que se trabaje de manera coordinada con el Gobierno de AragónSi va a haber una restauración y una inversión en el Pilar, será el cabildo quien deba atender esa realidad", explicó Serrano, es decir, que le toca a la Iglesia, como propietaria del edificio, la que sufrague las obras.

Eso sí, si las torres tienen que cubrirse de andamios, "las instituciones tenemos que trabajar juntas para que el impacto turístico en nuestra ciudad sea el menor posible".