Se juega una multa sacando el trasero por la ventanilla en plena autopista

El vídeo se ha hecho viral a través de la cuenta Social Drive y muestra un acto muy imprudente por parte de un copiloto en una carretera española

Se juega una multa sacando el trasero por la ventanilla en plena autopista

Se juega una multa sacando el trasero por la ventanilla en plena autopista

Javier Corazón

Javier Corazón

No era un calvo asomándose a ver el paisaje sino una sorpresa mucho más inquietante. Sobre todo teniendo en cuenta la ubicación en la que se han grabado las imágenes y que ha compartido la cuenta de Twitter Social Drive para sorpresa de muchos usuarios que no han tardado nada en llenar de likes y compartir la, como mínimo, curiosa y atrevida imagen.

Para muchos la publicación ha resultado graciosa aunque no es, a la vista está, el mejor ejemplo de prudencia a la hora de viajar en vehículo o poder decir que tu viaje “no fue de culo”: los conductores de otro vehículo grabaron en una carretera de Vigo cómo el copiloto de otro turismo asomaba su trasero por la ventanilla mientras este circulaba por el carril izquierdo, adelantando al vehículo de los cámaras improvisados mientras todo esto ocurría.

“El lado oscuro de la conducción”

Si bien como comenta un usuario, quizá el protagonista solo quería mostrar “el lado oscuro de la conducción” el vídeo viral podría apercibir una serie de multas concatenadas que nada tienen de gracioso: el protagonista no sólo está poniendo en riesgo su vida y la del conductor, al que muy probablemente está distrayendo con su actuación, sino que podrían “caerle” una serie de multas acumuladas como la de no llevar el cinturón de seguridad o asomarse indebidamente por la ventanilla.

Si bien actos como el de asomar la cabeza por la ventanilla pueden conllevar una multa de entre 80 y 100 euros, se desconoce cuál es el valor de la misma en cuanto las posaderas sustituyen a la cabeza del sujeto. En la misma cantidad de dinero se estima la multa por poner los pies sobre el salpicadero o colocarse indebidamente, a lo que habría que sumarle, además, la de no llevar puesto el cinturón de seguridad, lo cual es una infracción grave multada con un mínimo de 200 euros.

En total, la “gracia” a este pasajero imprudente podría superar los 500 euros si se tiene en cuenta que podrían sumársele otras penas por su actuación temeraria.

A pesar de todo el riesgo que conllevó la susodicha gracieta la historia no acabó en accidente y sólo ha servido para dejar una curiosa huella digital de aquellas de las que sería mucho mejor no acordarse.