Negociación con las autonomías

Las comunidades se rebelan contra el plan antitabaco aunque Sanidad acepta no prohibir fumar en los coches

El ministerio acepta algunas de las enmiendas de las comunidades pero mantiene la idea de aumentar los lugares públicos donde no se podrá fumar

Dos hombres fumando en el interior de un coche.

Dos hombres fumando en el interior de un coche. / Ferran Nadeu

Patricia Martín

La negociación con las autonomías para sacar adelante el plan antitabaco está siendo complicada. Solo cuatro autonomías, Cataluña, Canarias, Navarra y Asturias, han comunicado que se “adhieren” a la estrategia que busca reducir el hábito tabáquico en España. País Vasco no hará pública su postura hasta mañana y el resto no han emitido voto porque consideran que el procedimiento escogido por el Ministerio de Sanidad no es el adecuado. Y eso que el departamento capitaneado por Mónica García ha aceptado incorporar casi 150 alegaciones autonómicas, entre ellas la petición de que se elimine del plan la intención de prohibir fumar en espacios privados cuando haya menores, en alusión a los coches.

El plan no prohíbe fumar en ningún sitio porque no tiene poder coercitivo. Para ello hay que reformar la ley antitabaco. Pero sí establece la intención de ampliar los espacios sin humo como estrategia para reducir el consumo de tabaco. El borrador inicial enviado a las comunidades recogía la posibilidad de vetarlo en “ciertos espacios del ámbito privado, especialmente aquellos con presencia de menores”, pero se ha eliminado esta frase. Lo que sí se mantiene es la necesidad de liberar de humo lugares de “uso público y colectivo”, donde se prohibirá el tabaco, los cigarrillos electrónicos y los productos relacionados.

Uno de estos lugares donde Sanidad quiere prohibir el tabaco es las terrazas, pero varias autonomías, sobre todo del PP, han mostrado su oposición, alineadas con el rechazo que el sector hostelero muestra a esta medida, tal como sucedió cuando se impidió fumar en el interior de bares y restaurantes.

Luz verde

El ministerio, no obstante, prevé dar luz verde este viernes al plan antitabaco, en un Consejo Interterritorial con las autonomías, pese al evidente rechazo que genera, tanto alguna de las medidas de la estrategia, como las formas empleadas por el equipo de Mónica García.

El miércoles, en una reunión de la Comisión de Salud Pública donde participan los expertos territoriales, Sanidad aceptó incorporar 147 alegaciones autonómicas y solo se rechazaron 10, pero no hubo votación para aprobar el documento, sino que se planteó que las comunidades tenían 24 horas para adherirse o no. Según el Ministerio, se trata de la aprobación del plan mediante un “acuerdo de colaboración” previsto en el Reglamento del Consejo Interterritorial del Sistema de Salud. Pero la fórmula no ha convencido a las administraciones territoriales.

Todas las autonomías del PP y también Castilla-La Mancha, del PSOE, han enviado un correo al Ministerio en el que indican que no emiten su voto porque consideran que el procedimiento no es adecuado.

Pero según ha asegurado el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, en X, el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo “va a seguir adelante aunque el PP no lo apoye”. Y, en un largo hilo en la red social, ha tachado de “excusas” los argumentos usados por los populares para dar la espalda a la estrategia.