Entrevista | Javier García Químico y Premio Nacional de Investigación

Javier García: "Hay que hacer un turismo compatible con la calidad de vida de las personas"

El reciente galardonado con el Premio Nacional de Investigación, Javier García, ha visitado esta semana Tenerife para participar en el Congreso de los Estudiantes de Química de la Universidad de La Laguna

Javier García en un momento de la entrevista.

Javier García en un momento de la entrevista. / María Pisaca / Verónica Pavés

Verónica Pavés

Verónica Pavés

¿Qué ha significado para usted el reconocimiento del Premio Nacional de Investigación?

Me ha hecho una ilusión muy importante porque me lo han dado muy joven, y más teniendo en cuenta que es un premio que se da por la carrera. Ha sido muy emocionante y siento que tengo que devolver todo eso. Durante la entrega de premios el rey me dijo «gracias por lo que haces por España». Ahí sientes el cariño del país.

Ha acudido esta semana al Congreso de Estudiantes de Química de la Universidad de La Laguna, ¿qué le ha parecido la cantera?

He de decir que estoy impresionado. He vuelto a La Laguna invitado por estudiantes y me ha hecho una ilusión muy especial porque les he podido contar hacia dónde veo que va la ciencia en general y cómo esto tiene relación con la política. Esto es fundamental porque cuanto más tecnológica nuestra sociedad, más humanista tiene que ser nuestra educación.

Ha participado activamente como asesor de gobiernos ¿diría que la clase política es conscientes de la importancia de la ciencia?

No creo que sea el gobierno el protagonista principal. Sin duda es un actor importante, pero yo creo que son las empresas. Tenemos un sistema productivo que está caracterizado por tener muchas pymes, un empleo muy temporalizado y ser muy dependiente del turismo. Las últimas dos crisis del 2008 y de la de 2019 nos han dado una lección desde el punto de vista económico: las economías que dependen de pocos sectores tienen economías menos resilientes, que aguantan menos las crisis y sobre todo que pagan peor con empleos. ¿Qué puede hacer el gobierno? Desde el punto de vista de todos los gobiernos de España –estatal, autonómico y municipal– se tiene que pasar del pacto por la ciencia al plan por la ciencia. No hay ningún partido político en España que esté en contra de la ciencia, pero ahora debemos definir plazos, responsables, métricas y recursos. Y aquí es donde yo creo que ejercicios de prospectiva como el que hacemos nosotros es fundamental porque otros países nos llevan una enorme ventaja en analizar cuáles son las oportunidades tecnológicas. En España a veces somos un poco oportunistas.

En dicho ejercicio de prospección buscan cada año las diez tecnologías más importantes para España, ¿cuáles diría que son?

Si uno mira cuáles son las empresas que están redefiniendo la economía y el empleo son empresas que tienen en su ADN la ciencia. Empresas como OpenAI, Moderna o Tesla están cambiándolo todo. Desde el año 2019, en la Cátedra de Ciencia y Sociedad de la Fundación Rafael del Pino lo que hacemos es invitar a algunos de los mejores expertos que tenemos en España en ciencia, en tecnología, en empresa y en emprendimiento para que nos digan cuáles son las tecnologías clave para el futuro de la economía española. Es una hoja de ruta para un país basado en el conocimiento y contempla muchos sectores. Por ejemplo, nuevas tecnologías para prevenir, monitorizar y apagar incendios; o cómo podemos incorporar la tecnología, la electrónica, el internet de las cosas a los tejidos. Son tecnologías que parten del sistema productivo español y que desde la ciencia hacen un emparejamiento para crear nuevas oportunidades de mercado.

¿Por qué cree que España después de la crisis de coronavirus, ha vuelto a relegar a la ciencia?

Una vez que hemos pasado la crisis, nuestros sectores tradicionales responden. Y es muy fácil volver a hacer dinero con el turismo, con la construcción, con lo que ya sabemos hacer. Volvemos al viejo sistema porque funciona fenomenal. Y yo no estoy en contra de que invirtamos en turismo porque son los sectores que son claves para nuestra economía. Pero tienen un peso excesivo y llevan asociados unos sueldos precarios y temporales. No es que no hayamos aprendido la lección, todos sabemos que hay que hacer deporte y comer verduras para estar más sano. El problema es que es tan fácil y tan cómodo seguir haciendo dinero por los sectores tradicionales que, a pesar de haber vivido dos crisis, no nos decidimos a apuntarnos al gimnasio.

Estos sectores económicos tradicionales también suelen tener una importante huella ecológica ¿se pueden crear innovaciones para adaptarlos a la nueva realidad climática?

En territorios como Canarias existen unos recursos muy limitados. El turismo, que nos trae muchísimas cosas buenas, también crea mucha tensión sobre los recursos naturales, el acceso a la vivienda y la calidad de vida en algunas zonas. ¿Significa eso que hay que renunciar al turismo? No. Hay que hacer un turismo inteligente que sea compatible con el medio ambiente y la calidad de vida las personas que viven en el territorio. Si no, lo que vamos a ver son manifestaciones de ciudadanos en contra del turismo. Y no es lo que queremos. Queremos que los turistas se sientan bienvenidos en nuestros territorios. Eso es posible incorporando nuevas tecnologías y planeando los servicios. Obviamente requiere una inversión y una forma diferente de pensar, pero eso nos da una ventaja competitiva porque si competimos vía precios, perdemos la batalla. Tenemos que competir vía calidad y diferenciación.

¿Suelen a escuchar los políticos a la ciencia?

De forma oportunista. Muchas veces se utiliza el argumento científico para apoyar una narrativa concreta. Y a veces la ciencia tiene mensajes que son difíciles o exigentes o no es lo que queremos escuchar. Cuando tenemos reuniones con los políticos, hay medidas que les encajan muy bien en su discurso y justifican algunas de sus acciones, por lo que usan la ciencia como argumentario. Pero el reto no es que nos escuchen, el reto es que el conocimiento se introduzca en los programas electorales y en la visión de largo plazo del país.

¿Cree que los científicos deben arriesgarse más y entrar a política?

Yo creo que en la política tienen que estar todos tipos de ciudadanos y hoy claramente tenemos muy pocos científicos. Deberíamos tener más porque hay pocos, pero también porque muchos de los temas sobre los que tenemos que decidir tienen una base científica muy importante. Pero esto ocurre también en las grandes empresas españolas. ¿Dónde están los científicos y los consejos de dirección?