Desarticulada una organización criminal dedicada al cultivo masivo de marihuana con 20 detenidos en Cataluña

Una investigación iniciada hace ocho meses ha culminado esta semana con la desarticulación de una organización criminal dedicada al cultivo intensivo y la distribución al por mayor de marihuana en Cataluña. Los Mossos d’Esquadra han detenido a un total de 20 personas, entre ellas el líder de la red, un joven de 26 años, y sus principales colaboradores. La organización operaba principalmente desde el Camp de Tarragona, especialmente en la comarca del Baix Penedès, aunque extendía su actividad a distintos puntos del territorio.

La operación ha sido dirigida por agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial del Camp de Tarragona y la Unidad de Investigación de la comisaría del Vendrell. La investigación arrancó en noviembre de 2023, cuando la Policía Local del Vendrell intervino 100 kilos de marihuana en una nave industrial y detuvo a dos personas. Aquella intervención sirvió de punto de partida para destapar una red altamente profesionalizada y con una potente capacidad económica.

Beneficios de hasta un millón por plantación

Según la policía catalana, la organización disponía de varias instalaciones que funcionaban de forma ininterrumpida, llegando a completar hasta cuatro ciclos de cultivo al año. Esto les permitía recuperar rápidamente la inversión inicial y obtener beneficios netos de hasta un millón de euros anuales por cada plantación, gracias también al fraude masivo en el suministro eléctrico.

Desde entonces, se han desarrollado distintas fases del operativo, con entradas simultáneas en naves industriales y domicilios particulares, en las que se han localizado más de 5.000 plantas de marihuana, decenas de kilos de cogollos ya procesados y material valorado en más de 370.000 euros. Solo en una de las actuaciones, en una nave de Llorenç del Penedès, los agentes encontraron 1.000 plantas y detuvieron a dos hombres que intentaron huir por el tejado con mochilas cargadas de dinero, móviles y pasaportes.

Una red jerarquizada

La investigación ha revelado una estructura criminal jerarquizada, con un núcleo de tres hombres —el cabecilla y dos colaboradores de confianza, de 29 y 45 años— que asumían funciones clave: desde la contabilidad y logística hasta la coordinación directa con los responsables de cada plantación. A ellos se sumaba un "facilitador", de 46 años, encargado de buscar inmuebles, alquilar naves, conseguir testaferros y gestionar los vehículos necesarios para mantener a los miembros de la organización al margen de las actividades ilegales.

El grupo contaba además con personal técnico como electricistas y jardineros, así como trabajadores encargados de preparar la marihuana para su distribución. Ante cualquier sospecha policial, no dudaban en desmantelar rápidamente las instalaciones y trasladar la producción a otros puntos.

Golpe definitivo al grupo

La última fase de la operación se desarrolló el pasado miércoles con siete registros simultáneos en distintos puntos de Catalunya. En Santa Oliva, los agentes desmantelaron una nueva plantación y detuvieron a un hombre de 36 años. Poco después, cayeron el líder de la red y uno de sus principales colaboradores en un domicilio donde ocultaban 60.000 euros en efectivo. También hubo detenciones en Badalona, Valls, Calafell, El Vendrell y L’Ametlla de Mar, donde los Mossos localizaron 60 kilos de cogollos listos para su distribución.

Los nueve detenidos en esta última fase pasaron el viernes a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia del Vendrell. Aunque el operativo policial se da por cerrado, la policía mantiene una línea de investigación abierta para localizar a otros posibles miembros de la red y evitar que la actividad criminal pueda reactivarse.