Según fuentes del Cuerpo Nacional de la Policía, L.G.P.N., de nacionalidad ecuatoriana, telefoneó el pasado día 14 a la policía y presentó una denuncia en comisaría por haber sufrido, supuestamente, un robo con intimidación en el interior de la casa en la que trabajaba por parte de dos hombres que se hacían pasar por pintores.

En su relato a los agentes, dijo que una vez que les abrió la puerta de entrada fue amordazada con cinta aislante e introducida en los aseos, donde permaneció durante varias horas hasta que llegó la dueña de la vivienda.

Según su testimonio, esos individuos se apoderaron de una cantidad importante de joyas y otros objetos de valor.

Sin embargo, las contradicciones en sus manifestaciones permitieron averiguar que los hechos eran "inciertos e inventados" y que todo ello había sido un ardid para apoderarse de las joyas y efectos, con un valor estimado en unos 15.000 euros y que han sido recuperadas y devueltas a sus dueños.