El fugitivo tenía una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) dictada por el Tribunal de Apelación de Nápoles, mediante sentencia firme fechada en 2004. Entonces se le impuso una pena de 10 años de prisión por ser miembro de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.

El arrestado, al que se le vincula con clanes mafiosos napolitanos, es considerado miembro de una organización que compraba, almacenaba y suministraba a sus socios italianos grandes cantidades de heroína, cocaína y hachís.

Además, dirigía desde España las exportaciones de los estupefacientes a la localidad de la campiña napolitana de Porticci, desde donde eran distribuidos al resto de Italia. El presunto mafioso, que fue apresado por el arrestado por el Grupo de Localización de Fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial aprovechaba la cobertura que le ofrecía un restaurante, que era utilizado como base logística, y desde donde dirigió la mayoría de las operaciones.