La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid una banda de ciudadanos chinos que tenía infraestructura para falsificar al día más de 150.000 copias piratas de música y películas, algunas de las cuales todavía no se habían estrenado en los cines de España. El valor de todos los efectos intervenidos supera los dos millones de euros, según los cálculos del Ministerio de Cultura. En la operación "Talgo", la mayor contra la piratería audiovisual de los últimos años, han sido detenidos 32 ciudadanos chinos, de los que 22 carecían de papeles para residir en España, y trabajaban para la red en régimen de "semiesclavitud" como correos en la distribución de los discos piratas en el mercado del "top-manta". El valor de los discos que la banda podía sacar diariamente al mercado supera los 600.000 euros. De hecho, sólo en el mes de abril y mayo la red fabricó más de tres toneladas de CD y DVD piratas que eran distribuidos por diferentes provincias.

La red contaba con cuatro centros de producción en las localidades madrileñas de Getafe, Leganés y Parla, y otros dos almacenes en Leganés y Alcalá de Henares, donde guardaban la mercancía, los CD y DVD vírgenes, fotocopiadoras industriales para elaborar las carátulas y algunas de las grabadoras. En las "fábricas" de discos piratas, la Policía ha encontrado 40 torres grabadoras con 506 copiadoras que funcionaban las 24 horas del día y con las que podían elaborar más de 150.000 copias piratas diarias.

De hecho, los agentes han intervenido más de 300.000 CD y DVD ya grabados, entre los que se encontraban películas recién estrenadas en las carteleras como "La boda de mi novia".

De los 32 detenidos, 20 lo han sido en la Comunidad de Madrid y el resto en Córdoba, Ávila, Guadalajara, Segovia, Burgos, Soria, Aranda de Duero (Burgos), Irún (Guipúzcoa) y Écija (Sevilla). En los seis registros practicados, la Policía ha intervenido multitud de material, entre ellos 162.000 películas ya grabadas, 144.000 títulos musicales y medio millón de discos vírgenes, así como 15 fotocopiadoras industriales.

En una rueda de prensa para dar cuenta de la operación, el ministro del Cultura, César Antonio Molina, se felicitó por este golpe a la piratería audiovisual, una lacra que pone en peligro una de las primeras industrias españolas y que genera un 5 por ciento de la riqueza nacional.