Entre los aspectos más significativos del crimen de Marta del Castillo se encuentran los cambios en las declaraciones de los imputados. Tanto Miguel Carcaño como Samuel Benítez y ‘El Cuco’ han cambiado su versión de los hechos en tantas ocasiones que ya nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrió aquel día 24 de enero.

Resulta paradójico que unos jóvenes de entre 15 y 19 años hayan podido superar los interrogatorios, poniendo en jaque al cuerpo de Policía. Los implicados en el caso han ‘mareado’ tanto a las autoridades, que todavía hoy, casi nueve meses después de la desaparición de Marta, no se ha conseguido localizar su cuerpo.

Miguel Carcaño fue llamado por la Policía dos días después de la desaparición de la chica. El joven declaró que no conocía el paradero de Marta y que la última vez que la vio fue el día de su desaparición. Miguel dijo que el 24 de enero había quedado con ella para dar una vuelta, pasearon con su moto por las calles de la capital andaluza, visitaron a algunos amigos y después la acompañó hasta el portal de su casa. Según estas declaraciones, Miguel fue la última persona que vio con vida a la joven sevillana.

En un principio, la Policía creyó esta primera versión de Miguel Carcaño, sin embargo, 16 días más tarde procedió a la detención del joven por varios indicios que le implicaban en la desaparición. En este segundo interrogatorio Miguel no soportó la presión policial y confesó ser el autor material de la muerte y desaparición de Marta del Castillo.

Esta noticia era esperada por la familia de la joven, que ya tenía la sospecha de que Carcaño estaba implicado. De hecho, el padre de Marta estuvo buscando a su hija en la casa de Miguel en la calle León XIII la noche de la desaparición. Además, a pesar de la relación de amistad que le unía con Marta, Miguel no participó, ni siquiera se interesó, en las labores de búsqueda de la chica.

Confiesa el crimen

Según Miguel, la tarde del 24 de enero quedó con Marta, tras dar un paseo en moto la llevó a su casa en la calle León XIII. Allí, ambos mantuvieron una fuerte discusión y Miguel propinó a Marta un golpe en la cabeza con un cenicero causándole la muerte. Después, Carcaño salió a la calle y desde una cabina cercana telefoneó a su amigo Samuel Benítez.

Samuel acudió a la casa con ‘El Cuco’. Cubrieron el cuerpo de Marta con una manta y lo metieron en el coche de la madre del menor. Decidieron llevarla hasta un puente situado en el barrio de Camas y tirar su cuerpo al río Guadalquivir.

La participación de Samuel sorprendió a familiares y amigos de Marta, ya que el joven fue de los primeros en participar en la búsqueda. Además, acompañó a Antonio del Castillo a poner la denuncia de desaparición y apareció en varios medios de comunicación mostrando su conmoción por lo ocurrido.

Un mes después de confesar los hechos, Miguel Carcaño da un giro en sus declaraciones y niega haber sido el autor material del crimen. Según la nueva versión, él, Marta y el menor conocido como ‘El Cuco’ fueron al domicilio de León XIII. Allí, Miguel y ‘El Cuco’ bebieron y consumieron drogas, entonces este último golpeó varias veces a la joven, después la amenazó con una navaja y los dos la violaron.

Miguel añade que fue ‘El Cuco’ quien mató a Marta estrangulándola con un cable, después ambos la envolvieron con plásticos y la trasladaron en una silla de ruedas a un contenedor cercano.

Tras intentar suicidarse en prisión, Miguel Carcaño volvió a cambiar sus declaraciones. En esta ocasión, el asesino confeso volvió a la primera versión.

Varias versiones de un único crimen y ninguna satisface las dudas de la policía. La mediatización del caso Marta del Castillo ha beneficiado los cambios de declaración de Carcaño, que se ha valido de todo lo publicado en los medios de comunicación para confundir a las Fuerzas de Seguridad y evitar que aparezca la principal prueba en su contra: el cuerpo de Marta.