"Por donde iba los hombres se volvían para verla". Así de claro explicaba Loli, una vecina de la joven asesinada, cómo era Ioana. Tanto los vecinos del inmueble como los de la calle donde ocurrieron los hechos destacaron la belleza de la joven y el esfuerzo en trabajar para sacar adelante a sus dos hijos. "Era una chica muy guapa y muy trabajadora, siempre estaba con sus hijos y no era de salir", comentaba otra conocida de la víctima.

Según los vecinos, estuvo trabajando en un restaurante de la calle Castaños y ahora estaban en un salón de juegos recreativos de la calle Jaime Segarra. La vecina de Ioana del primer piso relató ayer que escuché "los chillidos de ella y un fuerte golpe, como si hubieran tirado una bombona de butano". Loli se asomó a su balcón y tras ver salir al compañero de Ioana subió a la casa y llamó al timbre, pero la joven no pudo abrirle porque ya estaba muerta.

Otra vecina del edificio señaló que el marido acudía a la vivienda incluso cuando estaba en vigor la orden de alejamiento y señaló que hace dos o tres semanas tuvieron una fuerte disputa. "Se oían golpes y también le amenazó con cortarle el cuello", indicó esta vecina, quien llegó a plantearse "llamar a la Policía, pero mi marido me dijo que no me metiera" en asuntos ajenos.

Ninguno de los vecinos que estaba ayer en el inmueble conocía que tuviera trabajo el presunto parricida y algunos aseguraron que el marido ya la había amenazado de muerte.

Una vecina de Ioana que estuvo en su fiesta de cumpleaños se refirió a Lucian como "un chico correcto que no hablaba por no ofender; se ha debido volver loco".

Otra mujer del inmueble señaló que además de la hermana de Ioana también vino hace dos meses. Esta vecina manifestó que cuando se cruzaba con ella se saludaban amigablemente, "pero se le veía la cara triste... Era guapísima".

El detenido por el crimen pasará probablemente mañana a disposición del juzgado de guardia de Violencia sobre la Mujer de Alicante.

Más de un vecino del barrio de Carolinas reclamó para el presunto parricida la misma suerte que ha tenido la joven Ioana.