La Audiencia ha condenado a nueve años de prisión a un británico acusado de haber violado a una joven de 15 años en Relleu, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El fallo considera probado que el 14 de agosto de 2009 el acusado se encontró a su víctima andando hacia la casa de sus abuelos. El procesado se comprometió a llevarla en coche, algo a lo que ella aceptó porque era conocido de sus familiares. Sin embargo, el trayecto acabó en casa del acusado, con el pretexto de que tenía que hacer unos recados. Una vez dentro, la arrojó sobre la cama y la violó hasta en dos ocasiones. Después la llevó a la casa de sus abuelos advirtiéndola durante el trayecto que no contara nada.

La Fiscalía había pedido doce años de cárcel; mientras que la acusación particular, ejercida por la letrada Concepción Raimundo, reclamaba quince años de prisión. El tribunal ha descartado condenar al acusado por las lesiones psicológicas que sufrió la víctima, como si fuera otro delito aparte de la violación, tal y como había pedido el fiscal. En su lugar, estas lesiones han sido utilizadas por el tribunal para agravar la condena por la violación.

Estas lesiones psicológicas son una de las pruebas que para el tribunal acreditan que la violación se cometió realmente. La sala ha dado total credibilidad al testimonio de la menor. El acusado dijo en el juicio que había recogido a la joven cuando iba borracha por la carretera y se la llevó a casa, donde se estuvieron besando hasta que pararon porque no consideraron apropiado lo que estaban haciendo. La sala no ha dado credibilidad a este testimonio. El tribunal achaca el hecho de que la denuncia se presentara dos días después al miedo y vergüenza de la menor.

El fallo impone al violador, además de los nueve años de prisión, una orden de alejamiento que le impida acercarse a su víctima durante diez años, así como una indemnización para la joven de 19.000 euros.