Un afectado por las preferentes y cuotas participativas, Gregorio Llinares, resumía ayer a las puertas de los juzgados de Alicante en una sola frase su indignación: "he sido estafado y encima denunciado". Este hombre se sentó ayer en el banquillo de los acusados por una presunta falta de amenazas contra el exresponsable de una oficina de CAM de la localidad de Orxeta en la que, presuntamente, fue estafado. El juicio quedó visto para sentencia en lo que será a todas luces una libre absolución para el denunciado, ya que el responsable de la entidad no se presentó en la sala y por tanto no ratificó su denuncia, aunque sí que se le pudo ver en una cafetería cercana junto a su letrado.

Afectados de la Plataforma CAM acudieron a dar apoyo a Llinares, quien agradeció sin tener "suficientes palabras" para ello el respaldo de la decena de personas que le arropaban. Todas ellas entraron en la vista oral para manifestarle su apoyo, pusieron una pancarta en las puertas del juzgado y protestaron al grito de "encima de estafados denunciados". Junto a Gregorio, su esposa, Juani, quien lamentó que uno tenga que verse en una situación de "indefensión por pedir su dinero" sin poder, además, pagarse un abogado porque todos los ahorros "los hemos perdido". Agradeció la asistencia letrada de Diego de Ramón -representante de afectados por las cuotas participativas y preferentes en la causa penal que se sigue en la Audiencia Nacional-, quien ayer representó a Llinares en la vista oral de forma gratuita después de ofrecerse a llevar el asunto nada más conocer su caso.

Gregorio Llinares relató ayer -tal y como consta en su denuncia- que metió 90.000 euros a plazo fijo en una oficina de la CAM de Orxeta. "Yo era croupier en el Casino de Villajoyosa y soy uno de los afectados por el ERE. Me indemnizaron con 60.000 euros y quise meterlos a plazo fijo y así se habló con el banco". Las gestiones las llevó a cabo, íntegramente, el responsable de la sucursal, quien posteriormente le denunció por las amenazas por las que ayer fue citado a juicio.

Llinares señaló que cuando quiso cancelar su hipoteca con ese dinero le dijeron que no podía porque sus ahorros estaban en preferentes y cuotas participativas, algo que dijo no saber "ni lo que es". Cuando fue a pedir documentación se enteró de que el responsable de la oficina había sido trasladado a El Campello, donde acudió a buscarle. "En julio pasado quise hablar con este señor y vino la Guardia Civil, aunque me dijeron que no me iban a detener porque no había cometido ningún delito". Pero luego le llegó la citación en el juzgado por amenazas. "Yo nunca le amenacé, pero tengo derecho a saber qué pasa con mi dinero, ¿no?", indicó.

Por su parte, el responsable de la sucursal denunció que ese día Gregorio Llinares llegó "con muy malos modos y muy agresivo" a la entidad de El Campello en la que trabaja tras pasarse días acusándole de "un supuesto engaño perpetrado por la entidad". Según el atestado policial al que ha tenido acceso este diario, este trabajador de la CAM le puso mensajes de móvil desde una identidad desconocida en los que le decía que era "un hijo de puta, así te mueras".

Documentación sin firmar

Llinares ha presentado dos denuncias en los juzgados por presunta estafa contra la entidad y contra el responsable con el que trató, pero en la vía penal le han dirigido hacia la civil. "He pedido la documentación sobre mi orden de compra, los contratos marco, las hojas de datos fiscales o quién era el anterior propietario de estos productos. Que sea un juez el que lo pida y que le aporten esta documentación que nunca firmé", sentenció Llinares.