"Si me tiran de mi casa me ahorco". Jorge P.M., de 46 años, lo había anunciado en las últimas semanas a muchos vecinos del barrio de Los Ángeles en Alicante y no bromeaba, pese a que alguno no terminaba ayer de creérselo. Debía 24.000 euros del alquiler de la vivienda durante cinco años, solo pagó los dos primeros meses y estaba en el paro. A media mañana de ayer apareció ahorcado en la vivienda después de que un cerrajero abriera la puerta a la comisión judicial que iba a desahuciarlo. El cadáver de Jorge colgado de la puerta de una habitación no fue la única sorpresa desagradable para la comisión del servicio común de Notificaciones y Embargos y para el propietario de la casa. La vivienda, situada en la calle Poeta Sansano, estaba llena de basura por suelos y muebles y buena parte del mobiliario y electrodomésticos que puso el dueño para alquilarla han desaparecido. Jorge, separado y con dos hijas, sabía que el juzgado había ordenado el desahucio por impago del alquiler y dejó una carta de despedida de su familia antes de quitarse la vida. Nació en Barcelona pero su padre era de Almoradí y su madre de Orihuela.

Vecinos del inmueble y del barrio calificaron a Jorge, separado y con dos hijas, de "una buena persona con mala suerte", que no ha sido problemático. Sin embargo, el dueño de la vivienda, quien aún tiene que pagar la hipoteca de 108.000 euros que pidió para comprar dicha casa, no opina lo mismo porque además de dejarle destrozada la vivienda ha tenido que contratar hasta tres abogados diferentes para poder conseguir el desahucio. "A los cinco meses dejé de hablar con él, decía que no podía pagar y que no se marchaba, que la denunciara", explicó ayer Francisco Pérez, que aún tiene que pagar durante 20 años la hipoteca que pidió.

La comisión judicial acudió sobre las once y media de la mañana y aunque el cerrajero asegura que oyó ruidos mientras trataba de abrir la puerta y que notó cómo cerraba un pestillo, la Policía Nacional cree que el hombre ya estaba muerto cuando acudieron a desahuciarlo. Un familiar del dueño de la casa explicó a este diario que se asomaron al salón y al verlo reclinado sobre un armario en la puerta de una habitación le dijo "¡Venga Jorge, sal de ahí". Al ver que no se movía decidieron salir y llamar a la Policía. La comisión del juzgado de guardia también acudió para ordenar el levantamiento del cadáver.

Vecinos del barrrio lamentaron la muerte de Jorge y dijeron que últimamente estaba "depresivo porque iban a tirarlo, pero él tenía claro que sería con los pies por delante", señalaron los dueños de un bar. En Alicante trabajó como transportista y ahora hacía pequeños trabajos para ir subsistiendo.

Concentración de Stop Desahucios

Alrededor un centenar de personas convocadas por la plataforma Stop Desahucios Alicante realizaron ayer tarde una concentración en recuerdo del fallecido a las puertas del mismo edificio donde vivía. Los concentrados desplegaron una pancarta en la que podía leerse "Sin acciones no hay soluciones" y colocaron velas y flores. Esta muerte también provocó sendas denuncias de los grupos de la oposición PSOE y EU por no estar constituida aún la comisión municipal de desahucios. El secretario del PSPV en Alicante, Gabriel Echávarri, dijo que "este caso nos tiene que servir para darnos cuenta del riesgo de no afrontar este problema cuanto antes". Por ello, criticó que el PP tarde más de tres meses en poner en marcha la oficina de mediación en conflictos hipotecarios y que aún no se sepa nada de la comisión de seguimiento. Esquerra Unida volvió a pedir a la alcaldesa, Sonia Castedo, que constituya de forma urgente la comisión municipal de desahucios. El edil de EU Miguel Ángel Pavón y la diputada Esther López pidieron que las medidas de intermediación no se realicen solo con desahucios hipotecarios, sino que atiendan también impagos de alquileres. El portavoz de Compromís en Alicante, Tomàs Mestre, reclamó una "oficina específica para los afectados por las hipotecas". P. C.