La empresa que rehabilitará la Audiencia Provincial de Alicante apuntaló ayer algunas de las vigas donde se han estado haciendo catas durante la última semana, una medida que se adopta tras la caída de un falso techo de escayola el martes en la Fiscalía. Mientras entre los trabajadores existía cierto temor a que haya problemas de aluminosis, fuentes de la Audiencia señalaron que se trataba de una medida preventiva y que no había peligro alguno.

La Conselleria de Justicia ha adjudicado a Construcciones Sanjosé la rehabilitación integral del edificio de la Audiencia Provincial. El contrato ya está firmado y la adjudicación todavía está pendiente de ser publicada en el Diario Oficial de la Generalitat. Mientras empiezan las obras, la constructora está realizando las catas para determinar el estado de la estructura del edificio. Los arquitectos de la Generalitat ya hicieron unas catas preliminares el año pasado para determinar si era viable la remodelación del inmueble, mientras que ahora se están haciendo con mayor profundidad, picando paredes y vigas. El proyecto prevé que los trabajadores sigan en las dependencias mientras se desarrollen las obras e ir demoliendo todo el interior por fases. Sin embargo, ya con las catas están empezando a surgir problemas de convivencia entre el personal y los obreros. "Y esto aún no ha empezado", se quejaba ayer uno de los trabajadores.

Ayer dos de las vigas agujereadas en la cuarta planta amanecieron apuntaladas con sujeciones metálicas, una en una de las escaleras del edificio y otra en el interior de una de las secciones penales. Este último puntal se encontraba en el lugar donde hasta ayer había trabajando una funcionaria. "¿Vamos a tener que venir a trabajar con casco", bromeaba ayer el personal.

Ayer las catas llegaron a la planta baja del edificio, donde, entre otros servicios, se encuentran las dependencias de los juicios con jurado. "El problema es que van cambiando de una planta a otra y no hacen todas las catas en el mismo sitio", se quejaba ayer una funcionaria.

Los servicios de limpieza han tenido que hacer turnos dobles para garantizar que las dependencias quedaban limpias cuando terminaran las catas. Sin embargo, se sigue dando el problemas de que cuando las limpiadoras han terminado, los trabajos prosiguen y el personal se encuentra al día siguiente todo lleno de escombros. Las obras empezarán antes del próximo verano en el último piso del edificio, donde se ubicará la zona de archivos y seguirán en la planta baja.