Dayana, una espigada joven de 26 años que residía en un primer piso de un edifico del barrio Virgen del Carmen de Alicante, dio a luz a un bebé y, presuntamente, lo introdujo en una bolsa de deporte y lo arrojó desde la ventana a un patio interior. Cuando los bomberos lo rescataron hace ahora dos semanas aún tenía el cordón umbilical y leves síntomas de hipotermia y fracturas. El bebé pasó sus primeras 40 horas de vida en esas condiciones y continúa ingresado en el Hospital General de Alicante, según fuentes oficiales de la conselleria de Sanidad.

Elisabeth es una joven de 33 años que reside en Elche. Fue arrestada el lunes por la presunta venta de su hijo recién nacido a otra pareja en agosto de 2011, que también fue detenida junto a un abogado que presuntamente asesoró al matrimonio.

En el último año y medio 12 madres renegaron de sus bebés nada más parir en los hospitales de la provincia de Alicante por no poder hacerse cargo de ellos, 25 en toda la Comunidad Valenciana. Se van del centro hospitalario cuando les dan el alta pero no llevan a su hijo con ellas. Renuncian expresamente a sus retoños, la mayoría de veces, por causas económicas.

La diferencia entre Dayana y Elisabeth con el resto de mujeres, pese a que todas se han negado a tener a sus hijos con ellas, es que las dos primeras, de confirmarse los hechos tras la investigación judicial, habrían cometido un delito, mientras que la renuncia expresa en los hospitales está amparada por la Ley. El Código Penal contempla penas de multa por el abandono de hijos, lo agrava con cárcel cuando existe riesgo para la salud o la vida del menor o se trate de un bebé al ser éste incapaz de valerse por sí mismo y castiga también las alteraciones de relación filial que puedan cometer tanto donantes como adquirientes, sea o no por compraventa, cuando ésta se realiza al margen de la Ley y, por tanto, de una adopción regular.

Los datos de bebés a los que sus madres renuncian al nacer, facilitados por la Conselleria de Bienestar Social, no han ido en aumento con la crisis, según insisten desde la conselleria.

Desamparo

En la provincia de Alicante estaban contabilizados, a datos de marzo de 2013, un total de 1.320 menores con medida de protección, 3.747 en toda la Comunidad Valenciana. Son cifras ligeramente más bajas que las que arrojó diciembre de 2012, con 1.320 menores en Alicante y 3.868 en la Comunidad, y también por debajo de los datos de 2011, cuando en noviembre de ese año la provincia registraba 1.427 menores con medida de protección y la Comunidad Valenciana un total de 4.102.

Estos menores con protección son aquellos que se han detectado en situación de desamparo, que es el mecanismo previo que activa la Conselleria para hacerse cargo de la tutela o guarda del niño. En esa situación se encuentra el bebé de Dayana, que pronto recibirá el alta del Hospital de Alicante -tras la que la Generalitat decidirá cuál será su futuro- y el de Elisabeth, que actualmente vive en el Hogar Provincial de Alicante.

Son los niños que dependen de una institución, de un organismo público, y sobre los que la Fiscalía de Menores ejerce también un control en su función pública de velar por el interés del menor, si bien fuentes del Ministerio Público explicaron a este diario que en las cifras que manejan no se especifican cuántos menores con órdenes de protección son recién nacidos.

Una vez Bienestar Social se hace cargo de la tutela del menor que queda en situación de desamparo se le busca una familia, y esa situación de desamparo se produce cuando no se observan las condiciones de responsabilidad educativa y cuidados en el entorno en el que vive o bien, como ocurre a veces, porque ha sido literalmente abandonado por sus progenitores. El 9 de mayo pasado, la Policía arrestó a un matrimonio por no recoger a sus hijos de 9 y 5 años del colegio de Valencia en el que estudiaban. La Conselleria de Bienestar Social tuvo que intervenir para decretar la situación de desamparo e ingresar a los menores en un centro tutelado. El mismo día de la detención la Conselleria asumió la tutela de un tercer hijo de la mujer, un bebé de cinco meses que fue ingresado también en un centro tutelado de menores, según informó la Generalitat.

De los 1.209 menores que actualmente tienen medida de protección en la provincia de Alicante por su situación de desamparo, casi 600 se encuentran acogidos por la familia extensa, es decir, otros familiares de los verdaderos padres que sí pueden hacerse cargo del menor. Otros 161 se encuentran con una familia educadora y 34 en fase de acogimiento preadoptivo.

En la provincia hay 36 centros de protección de menores con 469 plazas, datos que se elevan a 85 centros cuando se habla de toda la Comunidad, donde existen 1.217 plazas para ellos. Allí intentan sustituir a aquella familia que no quiso o no pudo hacerse cargo de ellos, lo que en muchas ocasiones, destacan fuentes judiciales, ha sido el mejor destino para ellos.