Los conductores que sean sorprendidos desde hoy lunes en las carreteras de la provincia por los radares de Tráfico al superar el límite de velocidad se enfrentan a una sanción añadida si tienen caducada la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Los radares denunciarán de forma automática a los coches que no hayan pasado la ITV y hayan sido captados por las cámaras para ser multados por exceso de velocidad.

La Dirección General de Tráfico cuenta actualmente con 34 radares en las carreteras de la provincia de Alicante y, tras un periodo de prácticas iniciado el pasado mes de abril en España, a partir de hoy lunes revisarán los datos de los vehículos que superen el límite de velocidad para comprobar si tienen la ITV caducada y en caso afirmativo tramitar una denuncia de forma automática. En los radares de la ciudad de Alicante no se implantará por ahora esta medida.

La multa por no haber pasado la ITV es de 200 euros, la mitad si se abona a Tráfico dentro de los quince días posteriores a la sanción. En el caso de circular con informe desfavorable de la ITV la sanción se eleva a los 500 euros.

Fuentes de Tráfico precisaron que los radares solo podrán comprobar si han pasado la ITV en los vehículos que hagan saltar el dispositivo por haber rebasado el límite de velocidad establecido en cada tramo de carretera o autovía.

Además de la ITV, los radares también controlan desde hace un año si los vehículos captados con exceso de velocidad tienen en vigor el seguro obligatorio, según explicaron las mismas fuentes.

Pruebas

Las pruebas realizadas este año por la Dirección General de Tráfico revelaron que de 40.000 vehículos controlados 2.462 circulaban sin la ITV, lo que equivaldría a un 6% de todo el parque automovilístico. Los dueños de esos vehículos recibieron una carta en la que Tráfico les instaba a regularizar su situación. A partir de hoy las pruebas han concluido y ya se sancionará de forma automática.

Uno de los objetivos de esta medida impulsada por la DGT es reducir la antigüedad del parque automovilístico en España. También se han enviado un millón y medio de cartas -quieren llegar a 13 millones, según la Organización de Consumidores- a los propietarios de vehículos que tienen una antigüedad superior a los diez años y carecen de seguro o la ITV.

El problema, según la OCU, es que Tráfico no tiene los datos actualizados y de esos coches o motos hay muchos que ya no circulan y están desguazados.