Un hombre de 65 años murió ayer en Benicarló a causa de un disparo en la cara efectuado, presuntamente, por su vecino al que le molestaban los ladridos del perro de la víctima, un pastor de raza media. Ambos vivían en el mismo bloque de pisos ubicado en el número 85 de la avenida Papa Luna de la localidad, uno de ellos en la segunda planta y el otro en la tercera, y los dos tenían perro. Al parecer, ambos habían mantenido ya varias discusiones por las molestias que presuntamente ocasionaba el can de la víctima e incluso, en el día de ayer, el agresor llegó a advertirle de que le dejara hacer la siesta, según manifestaron algunos vecinos. El presunto homicida trabajaba en un hotel y dijo que necesitaba descansar.

Los hechos ocurrieron alrededor de las tres y media de la tarde cuando varios residentes dieron la voz de alarma al oír unos disparos que se produjeron en el rellano del edificio. Hasta el lugar se desplazaron varias patrullas de la Guardia Civil, la Policía Local, la Policía Judicial y un SAMU cuyo equipo médico solo pudo certificar la muerte del hombre de 64 años.