La Audiencia juzgó ayer a un indigente por intentar quemar la chabola de otro en la partida Armanello de Benidorm el pasado mes de marzo lanzando cócteles molotov contra la vivienda y empezando a disparar después contra la puerta para evitar que sus moradores salieran. La Fiscalía pide penas que suman veinte años de prisión por dos tentativas de asesinato.

El acusado aseguró que no tenía intención de matar a nadie y que tan sólo quería dar un escarmiento a su víctima porque le había amenazado y le acusaba de entrar en su propiedad para robarle, llegando a haber defecado encima de su cama e incluso haber matado a su gato. Según dijo, no había denunciado por miedo.

Los hechos ocurrieron el pasado 17 de marzo en la partida Armanello de Benidorm, cuando el acusado lanzó tres botellas con gasolina y un trapo encendido contra la puerta de la vivienda al tiempo que gritaba: «Rumano hijo de puta, sal que te voy a matar, hoy se te acaban los días». A continuación comenzó a disparar con una escopeta de aire comprimido contra la ventana de la chabola, donde la víctima estaba durmiendo con una amiga. Según el fiscal, con estos disparos pretendía evitar que ambos pudieran escapar de las llamas, ya que era la única salida viable, dado que todas las ventanas estaban cubiertas con rejas.

La situación se prolongó hasta la llegada de la Policía que acudió al lugar en auxilio de los perjudicados.

El juicio se celebró sin la víctima, que está en paradero desconocido. Éste también denunció que el acusado había tratado de rociarle por encima gasolina una semana antes. La mujer sí pudo testificar que aseguró que pensaba que iba a morir en ese momento, y que llegó a plantearse en tratar de escapar de la casa porque prefería que la dispararan a morir abrasada.