Una hija de Rosemary se encontraba en la provincia cuando la Guardia Civil le llamó para comunicarle que había una persona detenida. Cheryl Webster, en declaraciones a medios de comunicación británicos, dijo que estaba «desolada» tras conocer la muerte de su madre y dijo que desde que desapareció en septiembre venía cada seis semanas a España para tratar de localizarla. La hija de Rosie, como la llamaban, aseguró asimismo sobre la pareja de su madre que «nunca me gustó». Cheryl manifestó que aunque vivían juntos por temporadas, su madre había decidido pasar más tiempo en su propio domicilio y le estaba ayudando a trasladarse. La hija de Rosie señaló que inicialmente la Guardia Civil no le confirmó cuando le llamó que el detenido fuese el compañero sentimental de su madre.