Nueve acusados admitieron ayer haber participado en una estafa de más 50.000 euros a empresas proveedoras de productos alimenticios en Alicante. El juicio se cerró ayer con una conformidad en la Audiencia de Alicante, en la que los acusados aceptaron penas que oscilaban entre un año de cárcel y tres meses. Un año para los tres estafadores; seis meses para sus tres cómplices; y tres meses para los responsables de tres establecimientos de hostelería que vendían los productos de la estafa. Las penas solicitadas llegaban a los ocho años de cárcel, que ayer quedaron en la mínima con este acuerdo en el que el fiscal planteó atenuantes por dilaciones indebidas.

Los hechos se remontan a 2006, cuando los acusados se dedicaron a comprar productos de alimentación a empresas del sector, que no pagaban y eran vendidos rápidamente por un precio bajo. Los productos eran aceites, jamones y conservas. Los acusados usaban nombres ficticios y realizaban las compras a nombre de empresas existentes y solventes, por lo que los proveedores no ponían problema alguno para la venta.

Para evitar ser localizados, recogían los productos directamente de la empresa o acudían a los almacenes de mercantiles de transportes y antes de recogerla ya se habían ocupado de distribuirla entre los receptadores para venderla.