La Fiscalía ha pedido quince años de prisión a cada uno de los dos acusados de matar a golpes a una transexual en la Albufereta en julio del año pasado, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario. Aunque uno de ellos plantea que sólo ayudó a su amigo a deshacerse del cuerpo, el Ministerio Público considera que ambos intervinieron en la brutal agresión. El fiscal les imputa un delito de homicidio, con una agravante de abuso de superioridad. Asimismo, pide una indemnización de 200.000 euros para el marido de la víctima por los daños morales. Una vez que hayan informado todas las partes la causa deberá ser remitida a la Audiencia Provincial de Alicante para que sea enjuiciada por un jurado popular. Los dos procesados permanecen en prisión preventiva por estos hechos desde su detención durante la misma mañana en que se encontró el cadáver.

El crimen conmocionó a los vecinos de la urbanización el pasado 21 de julio sita en la avenida de La Condomina de Alicante, cuando encontraron el cuerpo de la víctima en el ascensor a primera hora de la mañana. Los dos acusados son dos jóvenes de nacionalidad francesa que se encontraban pasando unos días de vacaciones en un apartamento de la Albufereta cuando ocurrieron los hechos. Según el escrito de acusación, uno de ellos, de 22 años de edad, conoció a una transexual de nacionalidad brasileña, a la que se llevó a casa para tener relaciones sexuales. Al finalizar, surgió una discusión por cuestiones de dinero, relata el fiscal, momento en el que apareció en la vivienda el otro acusado, de 33 años, que se unió a la discusión. Entre los dos comenzaron a agredir a la víctima, que se encontraba desnuda, a patadas y a puñetazos provocándole graves lesiones internas que finalmente le condujeron a la muerte.

Los golpes en la cara y el cráneo, además de partirle dos dientes, le causaron una conmoción cerebral que le dejaron en un estado de semiinconsciencia. Sin embargo, fueron los golpes en el abdomen los que acabaron causando la muerte de la transexual, que finalmente falleció desangrada por la fuerte hemorragia interna que le causaron.

Según el fiscal, entre los dos vistieron a la víctima y la sacaron del apartamento, dejándola en el ascensor del edificio, hasta que a las 8.40 horas fue encontrada por una vecina, que avisó a la Policía. Mientras, los acusados fregaron los restos de sangre del zaguán y de la vivienda, metieron en la lavadora una colcha ensangrentada. El fiscal considera que con estas labores de limpieza los acusados intentaban eliminar pruebas para entorpecer la investigación. La Policía Nacional encontró a los dos acusados en una de las habitaciones de la casa esa misma mañana después de que fueran a practicar un registro en ella, ante las sospechas de que podía tratarse del escenario del crimen.

Los procesados habían admitido haber tenido una discusión con la víctima pero alegaban que ignoraban la gravedad del estado en el que se encontraba y que se limitaron a echarla de la vivienda y dejarla en el ascensor. En su declaración ante el juzgado, llegaron a manifestar.

La Fiscalía ha pedido la declaración como testigos a varios vecinos del edificio en que ocurrió el crimen. Entre ellos, se encuentra el matrimonio que en halló a la víctima en el ascensor a primera hora de la mañana y vecinos que pudieron haber visto a los acusados llegar y escuchar los gritos de la discusión.

La causa está a la espera de que las defensas presenten sus escritos de conclusiones para finalmente poder enviarse a la Audiencia, donde el juicio podría quedar señalado antes de que acabe este año.