Una joven de 28 años y nacionalidad rumana ha reconocido haber intentado matar a su hijo recién nacido tras dar a luz en un club de alterne de Alginet (València) en octubre de 2015. La acusada de un delito de asesinato en grado de tentativa, que se enfrentaba a una pena de 14 años de cárcel, ha aceptado en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de València la condena de cinco años y medio de prisión por dichos hechos. Según ella misma ha confesado, arrojó al bebé al inodoro y lo cubrió con papel higiénico para ocultarlo.

La acusada cortó el cordón umbilical a su hijo recién nacido, pero no le realizó ningún pinzamiento en el mismo para que se desangrara. De hecho, de no ser por la oportuna intervención de la Policía Local de Alginet, cuyos agentes encontraron al bebé boca abajo en el váter al escuchar sus llantos, el pequeño «en unas horas hubiera fallecido desangrado o por hipotermia», según ha quedado acreditado.

Gracias a estos policías, que acudieron al juicio para declarar como testigos, el bebé no sufrió lesiones ni secuela alguna y dos años después de lo sucedido su estado físico y psíquico es el de un niño normal. La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia también le retira a la madre la patria potestad y le impone una orden de alejamiento.

La acusada ocultó su embarazo

Los hechos ocurrieron en la mañana del 17 de octubre de 2015 en un club de Alginet donde la ahora condenada ejercía la prostitución. La joven, de 28 años, mantuvo oculto durante meses su embarazo y dio a luz sola en el inodoro de su habitación. Según el relato de hechos del Ministerio Fiscal, reconocido por la propia acusada, ésta arrojó al bebé al váter boca abajo «con ánimo de atentar contra su vida» y lo cubrió con papel higiénico para ocultarlo.

Agentes de la Policía Local de Alginet acudieron al citado local de alterne tras ser alertados por una compañera de la joven, debido a su delicado estado de salud. No obstante, pese a acudir también el médico de urgencias, la mujer en ningún momento les dijo que acababa de dar a luz. El llanto del pequeño en esos precisos momentos, procedente del baño, fue escuchado por los policías, quienes encontraron dentro del inodoro al recién nacido.

El pequeño, que nació con un peso de algo más de tres kilos (3.040 gramos), estaba en el fondo del váter tapado con papel y apenas se le veía la nariz, según relataron en su día los agentes. El bebé fue atendido por el médico y trasladado al Hospital de la Ribera, al igual que su madre. Posteriormente el juez acordó el ingreso en prisión provisional de la mujer acusada de un delito de tentativa de asesinato.

La fiscalía solicitaba para la acusada una pena de catorce años de cárcel, aunque finalmente, la pena se le ha rebajado a cinco años y medio después de que la joven reconociera su responsabilidad en el juicio y las partes llegaran a un acuerdo de conformidad. Lo importante es que el bebé sobrevivió y ahora está con una familia de acogida que lo quiere.