La Guardia Civil ha detenido en Aspe y Novelda a cuatro hombres de entre 21 y 41 años acusados de robar más de tres toneladas y media de cobre y ha investigado a otras tres personas de San Vicente del Raspeig que les compraron el metal sustraido y lo vendieron a establecimientos de reciclado de Finestrat y Benidorm.

La operación ha sido realizada por el Equipo ROCA de la Guardia Civil de Ibi especializado en los robos en el campo y en polígonos industriales y por el momento se han podido esclarecer varios delitos de robo y hurto de cobre cometidos en Alicante, Elche, Agost, Aspe y Torre Pacheco, además de recuperar efectos sustraídos por un valor de 4.000 euros.

La empresa más perjudicada por los robos cometidos por los arrestados fue una fábrica de cerámica situada en Agost, donde los asaltantes se apoderaron de tal cantidad de metales que el dueño necesitará ejecutar una inversión de 89.000 euros para ponerla de nuevo en funcionamiento.

Los investigadores de la Guardia Civil analizaron los robos, que se cometían a plena luz del día, y los datos aportados por algunos testigos permitieron identificar a dos hombres que se ganaban la vida vendiendo chatarra y metales que sustraían.

La Guardia Civil centró sus pesquisas en estos dos hombres y comenzó a realizarles seguimientos casi a diario. Recorrían cientos de kilómetros por las provincias de Alicante y Murcia y los investigadores acabaron recabando pruebas para incriminarles, además de identificar a otros dos implicados en los robos.

Hurto en Elche

Uno de los ladrones fue capturado por el hurto en Elche de ocho estructuras metálicas para el almacenamiento de fruta que estaban valoradas en 1.200 euros y por estafar a un chatarrero que se las compró pensando que eran de procedencia legal.

Los otros tres presuntos ladrones de cobre fueron capturados a su paso por Aspe cuando regresaban de robar en la localidad murciana de Torre Pacheco 29 baterías acumuladoras que están valoradas en 3.500 euros.

Al ser interceptados uno de los sospechosos intentó engañar a la Guardia Civil cuando le pidieron su identificación y aportó los datos de un hermano que se encuentra actualmente en prisión, por lo que fue imputado también por un delito de usurpación de estado civil.

Tras detener a los cuatro presuntos ladrones la Guardia Civil investigó por delito de receptación a otras tres personas que les compraron el cobre y resto de metales pese a que conocían que eran sustraídos.

Según la Guardia Civil, durante cuatro meses vendieron en establecimientos de reciclado de Finestrat y Benidorm más de 3.500 kilos de cobre, lo que les reportó unos beneficios de casi 12.000 euros. A los cuatro detenidos la Guardia Civil les acusó de cuatro delitos de robo, uno de hurto, uno de estafa y uno de usurpación de estado civil.

Los cuatro quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.