Un conocido recortador de Torrent (Valencia) Rubén Quintanar, perdió la vida el pasado día 10 al ser corneado por un toro «negro burraco» durante la celebración de unos festejos taurinos, en el Polígono de la Estación. El incidente tuvo lugar a los pocos minutos del inicio del festejo, con la salida del primer ejemplar, Botijero, un toro de la Ganadería Domingo López Chávez Ledesma de Salamanca.

Al salir el toro a la calle, uno de los más de dos mil participantes resbaló y cayó. Rubén Quintanar, precedido por su más que sabida experiencia, quiso salir al socorro de su compañero, pero al hacerlo la mala fortuna quiso que tropezara hacia atrás, dándose de bruces con el bravo animal que le embistió en el suelo.

El animal empujó a Quintanar en un par de ocasiones. En una de ellas, uno de los cuernos del toro penetró por el costado derecho de Rubén provocando una herida que atravesó pulmón y corazón. ELos médicos dijeron que le había traspasado por dentro más de medio brazo", explicó Marco Antonio Navarro, presidente de la peña El Bou Cerril de Paiporta, asociación que organizaba el festejo y que, por decisión unánime, decidió suspender el resto de la jornada. "Por respeto a la familia", explicó el presidente.

Navarro, junto a otros diez hombres de la peña, actuaron con rapidez y sacaron velozmente a Rubén de la pista mientras los otros participantes distraían al toro en el lugar contrario. Apenas unos segundos tardaron en sacar al joven, al que la ambulancia esperaba con las puertas abiertas. "Me he hundido", narraba el presidente de la peña, "me han tenido que dar una pastilla para tranquilizarme... En nueve años no había ocurrido nada así. Estamos hablando de la muerte de un chaval", lamentó con la voz quebrada. Pese a que el joven logró sobrevivir al ataque del toro e inmediatamente fue atendido en una ambulancia y trasladado al Hospital la Fe de València, finalmente no pudo resistir la gravedad de las heridas y falleció en el centro.

La peña, que desde que finalizaron las subvenciones a los festejos taurinos en localidad mantiene un acuerdo con el Hospital General de València, había contratado dos ambulancias para la ocasión. Una situada en cada extremo del perímetro de la fiesta. "Lo hacen así para mayor seguridad, a pesar de que en el reglamento únicamente están obligados a aportar una", explicó el teniente alcalde, Vicent Ciscar. Sin embargo, en el último minuto la doctora que atendió a Rubén decidió cambiar el rumbo al Hospital de la Fe porque, explicó el edil, "era cuestión de segundos mantenerle con vida y este centro está un par de minutos antes".