La prisión de Campos del Río tiene desde el lunes un nuevo inquilino. Proviene de la cárcel de Estremera, y es el recluso que, hace tres años, atravesó con el palo de una escoba el cuello de un compañero en mitad de una discusión por un cigarro, confirmaron fuentes cercanas.

Entonces, la rápida intervención de los funcionarios salvó la vida de la víctima. Vieron la agresión a través de las cámaras de seguridad y pudieron ir a reducir al atacante. La víctima, muy grave, fue trasladada al hospital.

Desde el pasado día 30 de julio este preso, un joven murciano, vive en la cárcel más grande de la región. Se encuentra en el módulo de aislamiento, dado que es conflictivo. Aunque se da la circunstancia de que la primera vez que este chico entró en prisión no fue por un delito de sangre: fue por robos menores, manifestaron las mismas fuentes.

No es la primera vez que el recluso pisa una cárcel de su tierra natal. Ya lo hizo hace unos años, después del brutal episodio de Estremera. Luego pasó por una prisión andaluza. Ahora, es uno de los más de mil reos que viven en las prisiones de la Región.

El joven se convierte así en uno de los 65 presos del módulo de aislamiento de la cárcel más grande de la comunidad. Se da la circunstancia, explican fuentes sindicales, de que en Campos del Río hay solamente tres funcionarios para atender las necesidades de estos reclusos aislados. Y, como están en régimen especial, hay que ir uno por uno.

Aislamiento, de esta manera, se encuentra «saturado», subrayan las mismas fuentes.

El aislamiento es un régimen en el que los presos pasan horas y horas encerrados y en soledad, con poco tiempo de patio (en Campos del Río salen de tres en tres y los vigila un funcionario) o actividades y en celdas ubicadas en un área especial. En la Región «falta mucho personal», insisten los sindicatos. Y no solamente en aislamiento: en todas las dependencias de la prisión.

En España, la mayoría de las prisiones cuentan con módulos hechos especialmente para presos peligrosos o para aquellos que en un momento dado cometieron faltas graves (o hasta delitos) una vez dentro de la cárcel, como es el caso del joven que 'apuñaló' a otro con la escoba. Fuentes próximas destacaron que lo que determina si un reo va a aislamiento o no es su actitud ya una vez entre rejas, no de antemano el delito por el que fue condenado.

Funcionarios de prisiones de toda España (también de Sangonera y Campos del Río) se concentraban este jueves a las puertas de sus respectivos centros de trabajo. Piden que la Administración establezca medidas para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Y es que, aseguran, tienen que soportar constantemente ataques y agresiones.

Con esta concentración, los funcionarios reclaman que la Administración Penitenciaria implante una "verdadera" política de prevención de riesgos laborales, mejore la clasificación penitenciaria y genere programas de tratamiento y prevención de la violencia en las cárceles.

Asimismo, demandan que se frene el actual abandono de las prestaciones sanitarias y asistenciales y el deterioro de este servicio público ante la «paulatina y continua» privatización del sistema penitenciario español.