El chófer del autocar siniestrado Omar López Macías, de 40 años, casado y padre de dos pequeños en edad escolar, es natural de la localidad candamina de Santoseso, afamada por la calidad de sus fresas. Criado entre huertas y prados, acabó por orientar sus pasos profesionales por los mismos derroteros que su padre, Félix López, que fue conductor de los autobuses urbanos de Avilés durante décadas y hasta su jubilación.

Quienes le conocen en Pravia, donde reside, no tienen más que buenas palabras para definir a López Macías, un habitual de las terrazas de la localidad. "Es una persona maravillosa", comentaba ayer una allegada que pidió guardar el anonimato. "Es un chico encantador, educado, una familia estupenda", añadía otra conocida, conmocionada. "Ese matrimonio es una pasada, son muy educados. Estamos impactados", apuntaba Miguel Ángel Arrojo Fernández, presidente de los bares de Pravia y propietario de uno de los establecimientos que suele frecuentar la pareja. Los pravianos están consternados por la tragedia familiar. La esposa de Omar, "hija de los de Delman", perdió hace años a una hermana.

La tradición laboral de la familia de López, que sigue grave en el HUCA, guarda estrecha relación con la carretera, pues también el hermano mayor del chófer ejerce como conductor, en su caso en la Compañía del Tranvía Eléctrico de Avilés (CTEA) -una empresa participada por Alsa- y un tercer hermano (el mediano) trabaja en la empresa de los Cosmen como mando intermedio en la provincia de Santander.

Las últimas horas han sido muy duras para los López, que llevan el transporte de viajeros en la sangre y a los que sus convecinos les reconocen una entrega a la profesión digna de encomio. El cabeza de familia, Félix López, manifestó ayer telefónicamente a este diario que se hayan consternados, en primer lugar por la preocupación derivada de las heridas que sufre el hijo pequeño, pero también por la desgraciada muerte de cinco viajeros en el accidente.

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Grave accidente de un autobús en Avilés (Asturias)

Estado en el que ha quedado el autobús. Fotos: EFE-REUTERS

Así mismo, al padre de Omar López no se le va de la cabeza la pregunta de qué pudo suceder para que el autobús que conducía se estampara contra el pilar de un viaducto sin haber frenado siquiera o tratado de evitar el choque con un volantazo: "Tuvo que darle algo, sino no se explica". Félix López aprovecha para desmentir que su hijo hubiera sido víctima en el pasado de un infarto, una teoría sin mayor fundamento que circula por las redes sociales en las horas siguientes al accidente y según la cual ese problema cardiaco pudiera haberse repetido al volante.

Un desvanecimiento del conductor es la principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil para esclarecer las causas del accidente en el que ayer murieron cinco personas y otras cuatro sufrieron lesiones graves o muy graves al empotrarse un autobús contra el pilar de un paso elevado en Avilés.

El Sector de Tráfico de la Guardia Civil, que ha asumido la investigación, dirige su principal objetivo a determinar si el conductor pudo haber perdido el conocimiento por un mareo, una bajada de glucosa, un infarto o cualquier otra causa.

El accidente mortal era ayer tema de conversación en todos los corrillos de Pravia, diálogos con sentimiento y respeto hacia unos vecinos marcados por la tragedia. "Sobran las palabras, es una desgracia. Y se siente mucha pena por todos, primero por él, es terrible", señaló Julio Riesgo, gerente de otra de las cafeterías que suele frecuentar Omar López con su familia.

El conductor es también conocido por ser el marido de la hija de "los de Delman", "una familia de Pravia, de las de toda la vida". "Es una gran familia, muy conocida. Es una pena muy grande, una desgracia inmensa. Estamos todos consternados. El pueblo está conmocionado", afirmó la concejala Valle Iturrate, muy cercana a los Delman, nombre de la tienda de electricidad que gestionó hasta la jubilación en la calle La Victoria de Pravia Constantino García Fernández.

A la tragedia por el accidente se suma la que sufrieron los Delman años atrás. La mujer de Omar López perdió a su hermana siendo muy joven. Se la llevó una grave enfermedad, tras meses de lucha. "Estamos todos consternados, es una familia muy querida. Ya perdieron una hija y ahora tienen al yerno muy grave, es terrible", lamentaba el exalcalde de Pravia Juan Arias, en una céntrica cafetería de la villa. "Lo que sufrieron con aquella hija y ahora esto", añadía otra vecina, que pidió no revelar su identidad en medio del dolor.