n El detenido y su mujer llevaban «unos días disgustados entre ellos», según consta en las diligencias judiciales a las que ha tenido acceso este periódico. La noche del viernes volvieron a verse para celebrar el cumpleaños de una amiga y vecina, en un restaurante de Mutxamel. De allí, se fueron a un pub, por separado, donde el acusado solo bebió «agua y Aquarius». Pero la pareja tampoco regresó junta a su casa.

De camino a la urbanización Río Park, el conductor declaró que «impactó contra algo, escuchó el golpe, pero que no sabe lo que era. La vía estaba oscura, no vi nada». El detenido aseguró que «hubiera parado si hubiera visto a una persona tirada en el suelo». Por contra, lo que hizo J.R.S. fue asustarse e irse, ya que «había visto en la tele que dan golpes en el vehículo y luego los atracan».

Cuando llegó a su casa vio que el coche «tenía daños importantes en el parabrisas» pero estaba «nervioso y se acostó». Al levantarse el sábado pronto, cogió la bicicleta, pedaleó una ruta de 44 kilómetros e incluso pasó por el lugar de los hechos. Al regresar a casa le dijo a su mujer: «Anoche tuve un golpe con el coche, vamos a denunciar lo ocurrido a la Guardia Civil». Pero no pudo dar este paso porque minutos después lo detenía la Policía Local.