La Policía Nacional detuvo ayer tarde a un sospechoso del asesinato del joven de 27 años que murió tras recibir seis disparos la madrugada del pasado domingo en Alicante. El arrestado acudió ayer tarde a la Comisaría de Distrito Norte tras conocer que estaba siendo buscado por los investigadores del Grupo de Delincuencia Violenta de la Brigada Provincial de Policía Judicial por su presunta implicación en el crimen.

Fuentes próximas al caso aseguraron a este diario que la persona que se entregó a la Policía y fue detenida habría confesado su participación en el crimen, aunque otras fuentes aseguran que no y que el sospechoso se personó en dependencias policiales tras conocer que le estaban buscando y aseguró inicialmente que no participó en los hechos.

El detenido, que al parecer temía que le buscara la familia de la víctima, acudió a las dependencias policiales poco después de que la Policía Nacional desplegara a primera hora de la tarde un amplio control en la zona donde ocurrió el crimen. Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Brigada de Seguridad Ciudadana llegaron en varios furgones policiales y realizaron controles de identificación.

El móvil del crimen no ha trascendido, aunque según las fuentes consultadas el agresor y la víctima podrían haber tenido una pelea previa. El fallecido era un joven corpulento y el asesino pudo actuar de forma vengativa abordándole por la espalda para tirotearle mortalmente. Tampoco se conocer si la pistola usada para matar al joven ha sido intervenida por la Policía tras la detención del sospechoso.

El arrestado por el crimen tiene antecedentes policiales, igual que la víctima.

Enfrentamiento de pareja

Por otro lado, el joven asesinado el domingo tenía que haber sido juzgado ayer en un juicio rápido por malos tratos tras haber sido denunciado por amenazar a su pareja. Este hecho es uno de los antecedentes que le constaban al joven fallecido, cuyo asesino aún no ha sido apresado por la Policía Nacional.

Según el escrito de acusación formulado por la Fiscalía contra el joven asesinado, la víctima fue condenada en noviembre de 2016 a tres años y seis meses de prisión por un delito de robo con violencia y en mayo del pasado año se acordó la suspensión de la pena durante cuatro años.

El joven mantenía una relación sentimental con una chica con la que tenían una hija en común y actualmente estaba embarazada, según el relato recogido en el escrito de acusación de la Fiscalía.

Los hechos por los que iba a ser juzgado ayer ocurrieron sobre las siete de la tarde del pasado 5 de noviembre en Alicante. Según la acusación del fiscal, la pareja del ahora fallecido estaba en el balcón de su domicilio y al ver que su compañero llegaba en estado de embriaguez le dijo que así no iba a subir a la vivienda. Tras decirle eso el joven se marchó a una cafetería y ella fue a casa de sus padres, que residen en el mismo edificio.

Posteriormente el acusado se presentó en el rellano de la escalera y comenzó a proferir graves insultos, además de amenazarla de muerte y de quitarle la custodia de la niña, según la acusación formulada por la Fiscalía.

Durante el incidente presuntamente dio patadas en la puerta y llamaba al timbre de la casa donde estaba la pareja y cuando bajó llegó a romper el cristal de la puerta de entrada.

Para el fiscal los hechos constituían un delito de amenazas en el ámbito familiar y tenía previsto pedir una pena de nueve meses de prisión y la prohibición de acercarse a su pareja a menos de 500 metros durante dos años.