La Fiscalía de Alicante ha llevado al banquillo a los empleados de un desguace de Alcoy por una imprudencia que acabó con una deflagración que arrasó cinco naves de un polígono industrial de Alcoy. El Ministerio Público considera que ambos fueron responsables del siniestro por usar una sierra radial para desmontar un vehículo sin tener en cuenta de que el suelo del taller estaba lleno de restos de combustible. El fuego causó daños cercanos a los 700.000 euros en un total de seis naves en la zona de La Beniata. El fiscal reclama penas de multa, así como el pago de las indemnizaciones entre los acusados y las compañías aseguradoras, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.00 horas del 20 de noviembre de 2013 en el desguace en el que trabajaban los acusados. En el banquillo se sientan el responsable del desguace y el trabajador que estaba desmontando el vehículo. En ese momento, estaban sacando la batería de un coche que estaban tratando como chatarra. Para extraer la pieza, el jefe dio órdenes a su empleado para que usara una sierra radial para cortarla, relata el fiscal en su escrito de acusación. El Ministerio Público considera que ambos eran conscientes de los riesgos que entrañaba esa maniobra, puesto que el suelo de la nave estaba lleno de restos de gasolina, aceite y gas oil, a lo que se sumaba el combustible que había en otros coches del recinto. En cuanto la sierra se puso en marcha, las chispas al entrar en contacto con los restos de combustible causaron una deflagración que causó que las llamas arrasaran la nave a gran velocidad. En el incendio únicamente hubo que lamentar daños materiales. El taller de desguace resultó devastado y las llamas afectaron a otra cinco naves contiguas.

Penas de multa

El fiscal acusa a los dos empleados de un delito de daños por imprudencia grave, por lo que les reclama una multa de seis meses con una cuota diaria de seis euros, lo que suma un total de 1.080 euros. Sin embargo, será todavía más elevado el pago de las indemnizaciones en el caso de que ambos fueran condenados. Las indemnizaciones suman 691.570 euros a las que tendrían que hacer frente de manera conjunta y solidaria entre los acusados y las dos aseguradoras que estaban contratadas para la mercantil. Entre los perjudicados está el propietario de la nave donde comenzó el incendio, que la tenía alquilada a uno de los acusados. Otra de las empresas perjudicadas era una industria textil, en la que decenas de trabajadores quedaron inactivos como consecuencia del siniestro.

La causa acaba de llegar a un juzgado de lo Penal de Alicante para que se celebre la vista oral, para la que todavía no hay fecha. En estos momentos, los juzgados penales cuentan con una abultada lista de espera que llega a los dos años, aunque los planes de refuerzo que hay en marcha en el Palacio de Justicia de Benalúa podrían acabar adelantando la fecha.