Un responsable de la Policía Nacional o de la Guardia Civil será el encargado en cada provincia de coordinar las investigaciones en la búsqueda de un desaparecido, cuya denuncia será clasificada y estudiada según el riesgo para la vida de esa persona.

Es una de las medidas incluidas en un nuevo protocolo de actuación de las desapariciones presentado ayer por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, con motivo el próximo sábado del Día de las Personas Desaparecidas.

Una conmemoración que cumple diez años, razón por la que Interior quiere dar un impulso a las medidas que en 2009 se pusieron en marcha para afrontar este problema que suma desde que se contabilizan (en el año 2010) 174.883 denuncias, de las que quedan activas más de 12.500.

Botella explicó que a través de una instrucción se ha puesto en marcha esta «hoja de ruta» para la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad ante estos casos que serán clasificados en desapariciones voluntarias, involuntarias y forzosas. En función de esa clasificación, el documento introduce unos indicadores de riesgo a valorar por los agentes que la investiguen.

También se incluye, por primera vez, un apartado concreto dirigido a los familiares, personas allegadas y conocidos de los desaparecidos, donde se precisan aspectos relacionados con la atención, protección y orientación que debe dispensarse.

Otra de las medidas es la creación de una red provincial de responsables policiales. Botella ha explicado que esa persona, sea del cuerpo policial que sea, será la «antena» que centralice este observatorio y quien se coordine, por tanto, con un representante del Centro Nacional de Desaparecidos en Madrid.

La instrucción de la secretaría de Estado incluye además una revisión del sistema 'Alerta menor desaparecido' e incorpora una nueva alerta para el caso de ancianos. El ministro ha recordado que, en contra de lo que la gente cree, «no es necesario esperar 24 o 48 horas para denunciar una desaparición», sino lo contrario, se debe informar «inmediatamente» pues las primeras horas en una desaparición son «cruciales».