La Audiencia de Alicante sienta desde ayer en el banquillo al padre y a los abuelos paternos de una niña que hoy cuenta con 14 años a la que habrían sometido a malos tratos habituales y haber agredido sexualmente durante tres años. La Fiscalía acusa al padre y al abuelo por estos delitos, mientras que a la abuela se le acusa el haberlos consentido y no haber hecho nada para impedirlos. Los hechos se habrían cometido durante el tiempo que la pequeña pasaba con la familia paterna en los periodos que tenían asignados como régimen de visitas tras el divorcio de los padres en el año 2009. La Fiscalía reclama penas de entre 14 y 24 años de cárcel para los tres.

La madre denunció los hechos en agosto de 2012 después de que la hija mientras pasaba las vacaciones con los acusados la llamara diciendo que quería irse con ella. En un centro hospitalario diagnosticaron a la menor una vulvo-vaginitis aguda, hecho por el que se presentó la denuncia por abusos. El derecho de visitas al padre se suspendió desde entonces, mientras que a la menor se le ha diagnosticado un trastorno de estrés postraumático.

El juicio comenzó ayer a puerta cerrada en la Audiencia de Alicante para garantizar la intimidad de la joven, nacida en el año 2005. Además de los acusados y de la víctima declararon numerosos testigos del entorno familiar para ser interrogados sobre qué notaron ellos de los supuestos abusos que habría sufrido la víctima. En la vista, que tiene varios días de duración, se contará con el testimonio de diversos peritos para valorar el testimonio de la menor, en informes que tienen conclusiones totalmente contradictorias.

Los acusados negaron ayer rotundamente los hechos y aseguraron desconocer los motivos por los que habían sido denunciados. Por su parte, la menor se ratificó en los hechos que relató en su denuncia.

Golpes y humillaciones

La menor relató que su padre le habría sometido a repetidos actos de violencia física, así como gritos y humillaciones, abofeteándola, poniéndole la zancadilla o golpeándole en las piernas, los brazos o los glúteos. La menor denunció que los dos abuelos paternos también la habrían golpeado cuando se encontraba en su casa.

Asimismo, durante este periodo de tiempo, la menor dice que tanto el padre como el abuelo le habrían realizado tocamientos en sus genitales mientras la estaban vistiendo. En algunas de estas ocasiones, la menor cerraba los ojos para no mirar o pataleaba para oponerse con fuerza. La joven asegura que los dos la amenazaban con matarla si contaba a su madre algo de lo ocurrido.

En el caso de la abuela, la Fiscalía considera que mantuvo una actitud pasiva con respecto a las agresiones sexuales mantenidas por los otros dos acusados, no haciendo nada para impedirlo. Al atribuirle dos delitos de agresión sexual, la pena que se pide para ella es superior, 24 años, a la que se reclama para cada uno de los otros dos acusados, 14 años. Para todos ellos se reclama además una orden de alejamiento de la menor, así como la retirada de la patria potestad y una medida de libertad vigilada cuando terminen de cumplir la pena.

La sentencia de divorcio establecía para la familia paterna de la menor un derecho de visitas de los fines de semanas alternos y los jueves, así como la mitad de las vacaciones de verano, Navidad y Semana Santa. Los hechos se habrían producido durante los periodos en que la menor se quedaba con la familia paterna.