La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Benidorm, en funciones de guardia, decretó poco antes de la pasada medianoche prisión provisional, comunicada y sin fianza para tres de los cinco turistas franceses detenidos en Benidorm por la Guardia Civil por una presunta violación grupal a dos jóvenes noruegas, aunque el delito que inicialmente se les imputa es el de abuso sexual, según informó el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). La juez acordó asimismo la libertad provisional sin medidas cautelares para los otros dos, por lo que podrán regresar a Francia.

Los cinco detenidos están investigados en una causa abierta por delitos de abuso sexual, sin perjuicio de una ulterior calificación, según el TSJ. La defensa anunció anoche que recurrirá la orden de ingreso en prisión.

La estancia de los detenidos en el Palacio de Justicia de Benidorm se prolongó durante más de doce horas, espera que aguantaron varios familiares de los jóvenes llegados de Francia.

La Guardia Civil trasladó a media mañana a los detenidos desde los cuarteles de Altea y Calp hasta los juzgados de Benidorm, donde también comparecieron las dos jóvenes de origen noruego que denunciaron a los turistas franceses de 19 y 20 años.

Ambas chicas, de 20 años, prestaron declaración en sede judicial a última hora de la mañana. Mientras que una de ellas denuncia que fue objeto de abusos al sufrir tocamientos libidinosos por parte de algunos detenidos, su amiga sostiene que fue agredida sexualmente. Esta chica acudió con su amiga a un centro de salud de l'Alfàs del Pi la madrugada del pasado miércoles y desde allí alertaron a la Guardia Civil. La joven llegó al centro de salud sin ropa interior y con el vestido puesto del revés.

{C}

Tras la declaración, el juzgado hizo un breve descanso antes de iniciar el interrogatorio de los jóvenes denunciados, cuya defensa fue asumida ayer por tres nuevos abogados en sustitución del letrado del turno de oficio.

Tras su detención en Benidorm y la inspección del apartamento vacacional donde ocurrieron los hechos los cinco turistas fueron trasladados de nuevo el miércoles al cuartel de Altea, donde se acogieron a su derecho a no declarar ante los instructores de las diligencias.

Fuentes próximas al caso han explicado a este diario que solo dos de los cinco jóvenes admiten haber mantenido relaciones sexuales con la chica, pero aseguran que lo hicieron de forma individual y consentida, no en grupo. Los detenidos y las denunciantes se conocieron a través de una aplicación de citas denominada Tinder y concertaron un encuentro en Benidorm.

Cuando la Guardia Civil acudió al piso de Benidorm para detener a los sospechosos no estaban todos los implicados. Tres de ellos, los que presumiblemente han sido acusados de tocamientos por la amiga de la víctima que se marchó de la vivienda antes de la presunta violación grupal, estaban en la calle, donde habían quedado con otras chicas, según las mismas fuentes.

{C}

El abogado de Toulouse Frédéric David, defensor de un implicado, declaró ayer al diario La Dépêche que su cliente, de 18 años, acaba de terminar Bachillerato con menciones y «es un niño serio que está pasando sus vacaciones con sus amigos».

El letrado aseguró que no hay evidencias que indiquen que fuera «una violación organizada», sino que se trata de una cita en la que hubo un consumo excesivo de alcohol. Asimismo, indicó que «este caso es parte de una práctica innovadora de cooperación judicial», en referencia al gendarme destinado este verano en Altea que ayudó a la Guardia Civil a identificar a los jóvenes. Añadió al diario francés que «es un asunto trivial, me pregunto hasta qué punto no estamos haciendo ruido» para resaltar esa cooperación.

Agresiones «aborrecibles»

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tachó ayer de «absolutamente aborrecibles» las agresiones sexuales como la supuestamente cometida por cinco turistas. A preguntas de los medios en Benidorm, Puig dijo que «es absolutamente aborrecible que existan este tipo de comportamientos que están justificados por una hegemonía machista que aparece de forma descarnada cuando suceden hechos de estas características».

Afirmó que «nadie tiene derecho a vejar a una mujer» y «nadie tiene derecho a comportarse de una forma tan bárbara». Por ello, pidió que la ley sea «absolutamente rigurosa al máximo con aquéllos sinvergüenzas que finalmente se atreven a actuar contra una mujer y, además, de esta manera tan deleznable». «Es una desgracia que en nuestra sociedad todavía existan parásitos de estas características y personas que estén amparadas por esta ideología machista que algunos insisten en reforzar».