La Policía Local y el Ayuntamiento de Alicante denunciaron ayer la quema de un total de 24 contenedores de basura y reciclaje por numerosos puntos de la ciudad desde la noche del pasado jueves. Los hechos obligaron a desplazarse a varias unidades de bomberos para extinguir el fuego que se propagó de forma progresiva en barrios del centro de la ciudad. Por ello, la agentes de la Policía Local han abierto una investigación para aclarar lo ocurrido, aunque los primeros indicios apuntan a que todos fueron provocados, mientras se ha organizado un dispositivo para localizar a los autores. Tal y como confirmaron fuentes municipales, gran parte de estos incendios se concentraron en el barrio de Benalúa.

La administración local catalogó los hechos como «muy graves», puesto que los incendios de estos contenedores podrían tener un coste superior a los 50.000 euros para el mismo Ayuntamiento, además de la inversión también en efectivos y medios municipales por tener que trasladar a los cuerpos de seguridad para extinguir el fuego y encontrar a los autores. Según destacaron los bomberos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, las unidades tuvieron que desplazarse de forma simultánea la noche del jueves y durante el viernes a las calles de Arquitecto Morell, Roda de Melilla, Reyes Católicos, Oscar Esplá, Doctor Just, Carlet, San Agatángelo, Churruca, Alona, Pintor Aparicio, Aguilera, Isabel la Católica y Salamanca, entre otros.

Mientras, ayer la concejalía de Seguridad comunicó la intervención en las calles Doctor Just, sobre las 12 horas, y otros tres pasadas las 15 horas en calle Salamanca-Estación, calle Alona y Pérez Molina. Los mismos efectivos tuvieron que actuar rápidamente para evitar que varios focos se propagasen a los vehículos que se encontraban estacionados por los alrededores, a su vez, desde el Ayuntamiento se solicitó también la intervención de los servicios de emergencia para despejar las calles de cenizas y de restos de los incendios. Por su parte, el edil de Limpieza, Manuel Villar (PP), denunció al respecto «el grave perjuicio» que suponía para la recogida de residuos en la ciudad el «destrozo de los contenedores de basura y de reciclaje». Villar también puso de manifiesto los problemas que estos hechos provocaron a los vecinos de las zonas afectadas, puesto que ahora los residentes tendrán que esperar a que se repongan la veintena de estos depósitos.