Una supuesta víctima de abusos sexuales deberá cumplir cinco años de prisión por intentar matar a cuchilladas al hombre que intentó violarla en València. La acusada de un delito de homicidio en grado de tentativa reconoció ayer los hechos en el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Según ha quedado acreditado, la mujer cogió un cuchillo de cocina y le asestó varias cuchilladas, una de ellas en el cuello, «para tratar de quitárselo de encima». La desproporción de su reacción, según fuentes jurídicas, ha evitado que se le pueda aplicar algún tipo de eximente, como legítima defensa o miedo insuperable.

La única circunstancia atenuante que contempla la condena in voce es la de alcoholismo, al quedar probado que en la noche de los hechos, en junio de 2018, tanto la acusada como su presunto abusador habían estado bebiendo y tomando cocaína en el domicilio del agredido, quien padece secuelas graves como consecuencia de las cuchilladas, entre ellas un deterioro cognitivo.

En la vista oral la acusada, de nacionalidad ecuatoriana, confesó haber acuchillado a su víctima después de que éste la «manoseara y tratara de tener sexo con ella». Tras su reconocimiento de hechos y el acuerdo alcanzado por el Ministerio Fiscal y su defensa, la acusada aceptó una pena de cinco años de cárcel.

Atenuante de alcoholismo

Inicialmente la Fiscalía pedía para ella seis años de prisión por un delito de tentativa de homicidio con la circunstancia atenuante de alcoholismo. Así, se le mantiene dicha atenuante y se le rebaja en un año la pena solicitada. Asimismo, en la sentencia in voce se acordó que los dos primeros años de prisión los cumpla en España y los otros tres se proceda a su expulsión del territorio nacional, por un plazo de diez años, al encontrarse en situación irregular.

De igual modo la Sala fija en concepto de responsabilidad civil una indemnización de 120.000 euros para la víctima, quien debido a la gravedad de las lesiones padece graves secuelas con un deterioro cognitivo importante. De hecho, tras ser atendido de las más de ocho cuchilladas que presentaba, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, de una traqueostomía de emergencia, una cervicotomía y una laparotomía.

La condenada, que también tendría que pagar a la Generalitat 12.491 euros por los gastos médicos ocasionados, se declaró insolvente en el juicio. «No tengo dinero, ni trabajo ni bienes a mi nombre», esgrimió.

Los hechos ocurrieron en torno a las dos de la madrugada del 10 de junio de 2018 en el domicilio del agredido, en València. Esa noche ambos habían estado tomando copas en un kebab de la zona y prosiguieron la fiesta en la vivienda de éste, donde continuaron bebiendo y tomando cocaína, de ahí que se le aplique la circunstancia atenuante de alcoholismo.

En un momento dado, según ha quedado probado, el hombre, «que mostraba una actitud cariñosa con ella», llegó a manosearla sin el consentimiento de la ahora condenada, quien cogió un cuchillo de cocina de diez centímetros de hoja que estaba encima de la mesa, y «guiada con la intención de acabar con su vida», se lo clavó varias veces por todo el cuerpo.

El herido fue trasladado de urgencias al Hospital La Fe de València. El hombre, que no ha sido juzgado por el supuesto intento de abusos, presentaba lesiones en el cuello, al arteria facial, el mentón y el esternón, entre otras zonas. Asimismo, la mujer tenía lesiones en los brazos compatibles con un forcejeo. Fruto de las cuchilladas el presunto abusador «padece un deterioro cognitivo moderado severo y discapacidad funcional para actividades básicas».