La muerte del excónsul de Eslovaquia en Kazajistán en su chalé de La Nucía se produjo por causas naturales. Así lo ha confirmado esta mañana la autopsia realizada a Marat Dzachanovic Sabalakov, de 53 años y natural de la ciudad kazaja de Almaty. Presentaba un traumatismo en la cabeza que debió causarse al golpearse de forma accidental en su domicilio mientras estaba sufriendo un grave problema de salud, pero este no fue el motivo del fallecimiento.

El cuerpo sin vida del exdiplomático fue encontrado a última hora de la tarde de ayer por un jardinero que presta servicio en la urbanización Miramar de La Nucía, ubicada en la carretera que enlaza ese municipio con Altea, en la que se encuentra la vivienda unifamiliar en la que vivía solo Sabalakov.

El hombre llamó al 112, que desplazó al lugar una ambulancia del servicio médico urgente, así como varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local. Los primeros agentes constataron que el hombre estaba muerto y, dadas las circunstancias que rodean el caso, pidieron la presencia de los especialistas de Homicidios de la Comandancia de Alicante, así como del laboratorio de Criminalística, encargados de realizar la inspección ocular del domicilio.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso INFORMACIÓN, el cuerpo sin vida de Marat Dzachanovic Sabalakov, que dejó de ser cónsul hace un par de años, estaba tendido, boca abajo, al pie de la escalera que comunica el jardín con la vivienda, por lo que una de las hipótesis que se barajaban anoche es que se tratase de una muerte accidental y que el excónsul de Eslovaquia en Almaty, su ciudad natal en Kazajistán, hubiese fallecido como consecuencia de una caída fortuita.

Sin embargo, tanto la posición del cuerpo y el fuerte golpe en la parte trasera de la cabeza, así como el hecho de que hubiese rastros de sangre no sólo junto al cuerpo, sino también en el interior de la casa, llevaron a los investigadores a considerar que podría tratarse de un asesinato, extremo que se ha descartado tras la autopsia.

Sin signos aparentes de robo

En principio, los investigadores no han encontrado huellas que indiquen que Marat hubiese podido sufrir algún robo, ya que la casa no aparecía revuelta ni con el desorden típico de un registro o de una lucha, y tampoco hay señales de que la puerta o las ventanas hayan sido rotas o forzadas.