Al contrario de lo que ocurrió en el juicio del caso Sala, al tribunal popular que está juzgando el asesinato de Alejandro Ponsoda no le está dando por preguntar. En las seis sesiones que ya se han consumido de esta vista oral los seis hombres y las tres mujeres que conforman el jurado sólo han planteado una cuestión: si los investigadores habían recibido algún tipo de presión para concluir la investigación por el crimen del alcalde de Polop, a lo que el agente al que se le realizó explicó que la lógica de querer esclarecer algo tan grave como es un asesinato.

Lo que sí está haciendo la mayoría de estos nueve jueces es tomar nota en unas jornadas que están siendo maratonianas: comienzan poco después de las 9.30 horas y ha habido días cuyo fin no ha llegado antes de las 15 o las 16 horas con un receso de apenas 10 minutos. Unas sesiones densas que la presidenta del tribunal, la magistrada Cristina Costa, está dirigiendo con mano de hierro, lo que provoca quejas de las defensas.