El jurado del crimen de la Guardia Urbana declaró ayer culpables a Rosa Peral y Albert López del asesinato de Pedro Rodríguez en mayo del 2017. El veredicto leído ayer lunes en la Audiencia de Barcelona no alcanzó la unanimidad. El tribunal popular considera que los dos exagentes de la Guardia Urbana de Barcelona planearon y mataron a su víctima.

El jurado considera probado que Rosa y Albert, compañeros en la Unitat de Suport Diürn (USD) de la Guardia Urbana, se hicieron amantes cuando ella estaba casada con Rubén -una pareja anterior a Pedro- en el 2012 y que, tras distanciarse durante un tiempo, los dos policías retomaron su romance en abril del 2017, cuando Rosa ya salía con Pedro. Según el tribunal popular, ambos llegaron entonces a la conclusión de que Pedro obstaculizaba su relación y por este motivo planearon acabar con su vida en el domicilio que la víctima compartía con Rosa en Vilanova i la Geltrú la noche del 1 al 2 de mayo.

Los 9 ciudadanos que han integrado este juicio también han concluido que Rosa y Albert atacaron a Pedro mientras este dormía, arrebatándole cualquier opción de defenderse. Después de matarlo, intentaron fingir que Pedro seguía vivo al día siguiente manipulando su teléfono móvil y desplazándose con el dispositivo hasta el domicilio de Rubén -el exmarido de Rosa- con la intención de convertir a este en un sospechoso para los Mossos d'Esquadra que investigaran la muerte de Pedro.

Un día después, la noche del 2 al 3 de mayo, Rosa y Albert se deshicieron del cuerpo de Pedro metiéndole en el maletero de su coche, un Golf, que quemaron en una zona deshabitada del pantano de Foix. Aquella vía para deshacerse del cadáver, que fue rociado con productos acelerantes de las llamas y que ardió durante horas sin que nadie lo remediara, impidió que la autopsia pudiera concluir exactamente cómo murió Pedro.

Tampoco resultó posible para los forenses hallar restos que confirmaran si la víctima había sido drogada antes de ser atacada para vencer «su gran corpulencia física».

Cuando el coche calcinado fue hallado y en su interior aparecieron los restos de Pedro, arrancó un crimen que conmocionó al cuerpo de seguridad municipal y que caló hondo en la sociedad catalana. Ayer lunes quedó finalmente resuelto por un jurado, a pesar de que durante el proceso no ha acabado aflorando cómo mataron a la víctima.