Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Alcoy a un hombre que dio positivo en coronavirus y que huyó del hospital a su domicilio. Los funcionarios han tenido que intervenir con equipos de protección y escudos, ya que el hombre mostraba una elevada agresividad y padece trastornos mentales. La Policía ya había tenido que acudir ayer al edificio porque el hombre se negaba a tomar su medicación por su problemas psiquiátricos y fue en el hospital donde se le detectó el virus. Esta mañana, cuando iba a ser trasladado a una zona especial para estos enfermos, se ha dado a la fuga y se ha atrincherado en su casa. Este hecho ha provocado un despliegue policial para reducirle y evitar que hiciera daño a su esposa, que estaba encerrada en la casa.
No es la primera vez que las Fuerzas de Seguridad intervienen en un caso de este tipo. Al inicio de la pandemia, agentes del Cuerpo Nacional de Policía ya tuvieron que ir a casa de un hombre de 82 años en Benidorm que se había escapado por su propio pie del Hospital del IMED en la ciudad turística, En aquella ocasión, no fue necesaria la detención.
Los hechos que han desembocado en esta detención en Alcoy se remontan al martes, cuando agentes de la Policía Nacional fueron alertados para que fueran a un domicilio donde había una persona en estado agresivo que se negaba a tomar su medicación. Los funcionarios tras entrevistarse con la esposa del enfermo y decidieron que debería ser trasladado al hospital psiquiátrico para ser tratado. Por este motivo, solicitaron una ambulancia con custodia policial. En el centro hospitalario,, comprobaron que el hombre tenía síntomas de coronavirus, motivo por el que le sometieron a un test que dio positivo.
Esta mañana, el paciente aprovechando que iba a ser trasladado a una sala destinada para contagiados se escapó del hospital, desde donde se alertó a la Policía de la fuga.
Poco después se recibió una segunda llamada al 091 por parte de un vecino del edificio donde vivía el enfermo, alertando de que el hombre había estado golpeando el mobiliario y se había atrincherado en la casa, donde también estaba su esposa.
Los agentes acudieron de inmediato al domicilio con equipos de protección individual (EPI) y con escudos para poder inmovilizarle, ya que conocían el estado del paciente y el riesgo de que pudiera contagiarles.
Una vez acordonado el edificio y desplegado el dispositivo policial, intentaron contactar con la mujer, quien les respondió que estaba siendo amenazada por su marido y eso le impedía poder abrir la puerta a los agentes.
Los funcionarios intentaron mediar a través de la puerta, para que depusiera su actitud, y abriera la puerta, un diálogo que resultó infructuoso.
Dado su estado mental y que cada vez estaba más alterado, el operativo policial decidió acceder al domicilio y reducirle,ante el riesgo existente para la mujer. Al entrar a la casa, el hombre no manifestó ninguna oposición y fue inmovilizado para garantizar su propia seguridad, la de los policías y la de los servicios médicos que habían acudido para asistirles,una vez que estuviera asegurado el edificio.
La mujer se encuentra bien de salud, aunque con presentaba un cuadro de ansiedad por la situación provocada con su marido, el cual fue conducido en ambulancia medicalizada y custodiado por la Policía nuevamente al hospital.
El Hospital ha iniciado las gestiones para solicitar judicialmente su ingreso no voluntario, e iniciar el protocolo de prevención sanitaria para localizar y aislar a todos las personas que han mantenido un contacto estrecho con el ingresado. La Policía Nacional ha dado traslado de las actuaciones a la Autoridad Judicial.
