Un preso de 36 años recluido en la cárcel de Villena ingresó el pasado domingo en la UCI de un centro hospitalario tras causar un incendio en su celda y ser rescatado por funcionarios del centro, según informó ayer la asociación de trabajadores penitenciarios «Tu abandono me puede matar» (TAMPM). El interno estaba recluido en el módulo de aislamiento, donde se han registrado recientemente otros altercados, y ya había protagonizado otros incidentes en los que se autolesionaba. Instituciones Penitenciarias confirmó a este diario que el recluso estaba acurrucado en la ducha y que los funcionarios tuvieron que entrar en la celda para sacarlo. Tras ser examinado por un facultativo de la prisión fue trasladado por el SAMU a un hospital, donde ayer por la mañana seguía en la UCI a causa del humo inhalado, según fuentes de TAMPM.
Según TAMPM, el interno hospitalizado es un preso de primer grado que «lleva varios días provocando salidas al hospital por ingesta de cristales que consigue al romper la ventana de su celda». El incidente del domingo ocurrió sobre las diez y media de la mañana cuando el recluso incendió en su celda su colchón, que es ignifugo y al prenderle fuego genera una gran humareda.
La humareda alertó a los funcionarios y procedieron a extinguir el fuego y a extraer el humo que impedía por completo la visibilidad del interior de la celda. Según TAMPM, al entrar en la celda los funcionarios encontraron al interno «escondido tras el muro de la ducha, la cual accionaba para protegerse él mismo de inhalar humo». Tras sacarlo fue atendido por el personal sanitario de la prisión y al final fue evacuado por el SAMU al hospital.
La asociación TAMP explica que los momentos en que se producen estos incendios «son muy complicados, porque existe el conflicto psicológico de salvar la vida a alguien que ha provocado un incendio para poder atacarte. Aún en esas circunstancias, los funcionarios demuestran su vocación de ayudar a la sociedad a la que sirven sin medios adecuados y sin tan siquiera ser considerados agentes de autoridad». TAMPM añade que «a todo esto se suma el ninguneo salarial que llevan arrastrando décadas». Recuerda que los funcionarios de Prisiones «somos héroes en la sombra, protegemos a la sociedad de aquellos que han demostrado ser un peligro para la convivencia cometiendo delitos graves».
El departamento de aislamiento de la prisión de Villena donde se registró el incendio ha sido escenario de otros altercados en las últimas semanas. Según TAMPM, alberga ahora «a 24 internos primeros grados incapaces de convivir con el resto de población reclusa y que son los más conflictivos y peligrosos». La asociación denuncia que varios de estos internos «continúan autolesionándose o ingiriendo cuchillas y pilas con la intención de provocar salidas al hospital, para intentar fugas o chantajear para conseguir algún beneficio».
