La Guardia Civil ha detenido en Santa Pola a siete presuntos participantes en una riña tumultuaria en la que se emplearon palos de gran longitud y un arma eléctrica, además de provocar gran alarma entre los vecinos, algunos de los cuales grabaron en vídeo la trifulca. Se trata de siete personas (seis hombres y una mujer) de entre 17 y 45 años, a las que se les ha detenido por un delito menor grave de riña tumultuaria, tenencia ilícita de armas prohibidas y lesiones, según informa la Comandancia de Alicante.

Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Santa Pola acudieron el pasado lunes sobre las siete de la tarde a una calle muy céntrica de esa localidad para intervenir en una reyerta en la que, según testigos, se estaban utilizando varios tipos de armas.

A la llegada de los agentes, una de las partes implicadas ya había huido, mientras que la otra permanecía allí, ya que se trataba de los moradores de la vivienda donde comenzó la pelea. En ese momento, se procedió a la identificación preventiva de los presentes, hasta que el análisis del suceso permitiera averiguar su grado exacto de participación.

De igual forma, se hallaron escondidos por los bajos de los vehículos, los elementos utilizados en la riña -varios palos de grandes dimensiones, de madera y hierro, y un arma tipo táser- que los agresores habían tirado, al escuchar que se acercaba el sonido de las sirenas.

De las diligencias de averiguación, se hizo cargo el Área de Investigación de la Guardia Civil de Santa Pola, que consiguió identificar a todas las personas involucradas, en el breve plazo de dos días, gracias al exhaustivo análisis de los vídeos difundidos en redes sociales. También se localizó al propietario de un vehículo, que resultó dañado en el incidente.

Al día siguiente, el martes 14, se detuvo a tres personas, entre ellas un menor de 17 años. El miércoles día 15, se dieron por finalizadas las actuaciones, con la detención de cuatro personas más, entre ellas el portador de la pistola táser, que a pesar de haberla accionado, no llegó a impactar contra ninguno de sus oponentes.

Todos quedaron en libertad, una vez prestaron declaración, en las dependencias de la Guardia Civil, en presencia de su abogado.

La rápida actuación de los investigadores ha sido clave para restaurar la calma entre los habitantes de Santa Pola, que quedaron impactados por los vídeos transmitidos en las redes sociales.