Una agresión a un joven marroquí de 28 años para exigirle el pago de la deuda contraída por un viaje en patera de Marruecos a Cádiz y su posterior traslado en coche hasta la provincia de Alicante ha permitido a la Policía Nacional desmantelar parte de una red de inmigración clandestina con la detención en Orihuela de tres compatriotas de la víctima. La organización criminal se dedicaba a introducir a inmigrantes en patera desde el norte de Marruecos hasta las costas gaditanas y cobraba 5.000 euros a cada persona. La investigación sigue abierta para identificar y detener a otros implicados en el tráfico ilegal de personas.
Las pesquisas han sido llevadas a cabo por el Grupo 1 de la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Alicante. Un joven marroquí acudió a la Comisaría de Orihuela y denunció que le habían agredido a puñetazos y patadas por no haber pagado la deuda que contrajo con una organización que le introdujo en la península el pasado septiembre. De los 5.000 euros que le cobraron, aún tenía 2.000 pendientes de pagar.
Los agentes trasladaron a la víctima a un centro hospitalario para ser atendido de las lesiones sufridas y posteriormente relató toda su historia, desde que decidió dar el salto a Europa para emprender una nueva vida y ganar dinero para ayudar a su familia, hasta que contactó con una red de inmigración irregular. La víctima era el menor de cinco hermanos de una familia humilde residente en Marruecos y explicó que conoció en su país a una persona que se dedicaba a trasladar de manera irregular a ciudadanos marroquíes hasta España.
El viaje se hacía en patera y le ofrecieron hacer la travesía por un precio global de 5.000 euros. La mitad del importe debía abonarlo antes de realizar el viaje, mientras que los otros 2.500 euros los pagaría en cuanto pudiera trabajar en España.
Sin documentación ni móvil
El joven dio el visto bueno para hacer la travesía en patera y en septiembre del pasado año la organización le llamó para comunicarle que el viaje estaba ultimado. Debía presentarse en las inmediaciones del río El Oudaya, en Marruecos, y le pusieron dos condiciones: ni documentación ni teléfono móvil para la travesía.
La víctima se presentó en el punto indicado con el dinero pactado y le facilitaron un número de teléfono en España con el que debía ponerse en contacto para que lo recogieran tras llegar a la península.
Viajó hasta España junto con otras 20 personas en una embarcación de madera con un pequeño motor fueraborda. Tres personas con escasos conocimientos náuticos pilotaron la patera con la ayuda de una brújula y su intención era quedarse también en España. La falta de pericia de los patrones de la patera provocó que se perdieran y tardaran más de tres días en llegar a las costas gaditanas.
Al final pisaron tierra española, pero les estaba esperando la Policía y los ocupantes de la patera fueron trasladados a la Comisaría de Algeciras con el fin de tramitar el correspondiente expediente administrativo por infracción a la Ley de Extranjería.
Poco después, la víctima quedó en libertad y llamó al teléfono que le había facilitado la organización en Marruecos. La persona acudió a recoger al denunciante y a otro joven que también pagó a la trama.
Trasporte en furgoneta
Ambos fueron trasladados en una furgoneta desde Cádiz hasta Orihuela y durante el viaje por carretera le recordaron a la víctima que debía pagarles los 2.500 euros que restaban por el viaje en patera.
El joven les dijo que pagaría la deuda poco a poco, según fuera trabajando y cobrando dinero.
Desde entonces no tuvo problemas con la organización, pero a principios del pasado junio, según denunció, fue localizado en Orihuela por unas personas que le exigieron el pago del dinero restante de la deuda.
Aún les debía dos mil euros porque solo les había dado 500 euros desde que llegó a Orihuela, y como no podía hacer efectiva la deuda, le dieron una paliza y le robaron el dinero que llevaba y su teléfono móvil.
Fue tras esta agresión cuando el joven acudió a la Comisaría de Orihuela, aunque resultó difícil comprenderle por el escaso conocimiento del castellano. Agentes de la Ucrif se hicieron cargo de la investigación y lograron identificar y detener el pasado mes a tres personas por las amenazas y agresión al joven que llegó en patera.
Los tres detenidos, de entre 33 y 56 años y todos de nacionalidad marroquí, fueron acusados por la Policía Nacional de delitos contra el derecho de los ciudadanos extranjeros por favorecimiento de la inmigración ilegal, pertenencia a grupo criminal, hurto y lesiones. Los tres quedaron en libertad provisional tras pasar a disposición judicial en Orihuela y se acordó una orden de alejamiento para que no se puedan acercar a la víctima.
