Una enfermera y un funcionario han sido agredidos de levedad durante la mañana de hoy en el psiquiátrico penitenciario de Alicante, en Fontcalent, según ha informado la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) y han confirmado fuentes de Instituciones Penitenciarias.

El sindicato ha informado de que, con éstas, en lo que va de año son ya ocho las agresiones a trabajadores en este psiquiátrico, uno de los dos de tipo penitenciario en España junto al de Sevilla, y ha apuntado que de ellas un caso ha precisado de atención quirúrgica. Entre los años 2004 y 2020, las agresiones en este centro se han elevado a 114, según la APFP.

La primera situación ha ocurrido a las 9.15 horas cuando un interno de gran corpulencia del módulo de agudos ha arrojado el carrito de la medicación por los aires y una bandeja ha golpeado en el ojo de una enfermera.

A continuación y con gran agresividad, ha lanzado bandejas de comida próximas y ha causado daños en una pantalla de ordenador y un teléfono antes de ser controlado con la llegada de funcionarios de prisiones.

La enfermera ha sido relevada del servicio por las heridas y por el impacto psicológico sufrido en este episodio.

A las 10.05, un familiar de una interna se ha puesto muy nervioso y ha amenazado a un funcionario en el departamento de comunicaciones, por lo que se ha cancelado el contacto previsto y se le ha invitado a salir del psiquiátrico.

Cuando se le acompañaba al exterior, sacó de su mochila un spray y roció la cara del jefe de Servicios, al que propinó patadas y puñetazos además de proferir amenazas.

La APFP ha pedido, ante estas situaciones, una reclasificación urgente "que refleje el sobreesfuerzo, la peligrosidad y la especial dificultad que conlleva la realización de las tareas propias" en "un entorno oficialmente calificado como especial".

Del mismo modo, pide más personal y más dotación, así como que el Ministerio del Interior dote de un estatuto propio y el reconocimiento de los trabajadores penitenciarios como agentes de la autoridad para minorar las agresiones que padece el colectivo, entre otras demandas.