Un cúmulo de irregularidades rodearon los ejercicios de la Legión del 25 de marzo de 2019 en el campo de tiro de Agost. El juez togado militar de Almería, en su auto, hace un especial hincapié en el deficiente equipamiento suministrado a los legionarios para estos ejercicios con fuego real.

En particular, el juez resalta que la sexta compañía de la Legión que hacía las maniobras proporcionó a los legionarios chalecos antifragmento sin placas antibalas. «Se daba la circunstancia de que tenía asignadas desde el mes de febrero de 2012 placas balísticas correspondientes al programa 'El Combatiente del futuro'», destaca. Un sistema de seguridad pasiva que podría haber evitado la muerte de Alejandro Jiménez

También destacó el juez que había una ambulancia en los ejercicios de tiro con fuego real. Aunque solo había un conductor sin titulación sanitaria.

«Enemigo al frente»

El ejercicio oficial ya habría terminado y el suboficial dio órdenes al resto de legionarios de proseguir. «Enemigo al frente, fuego al faldón de la montaña, en el claro blanco de las doce», ordenó. Mientras revisaba su arma, el sargento hizo que cayera un cartucho de la recámara a un punto más alto de las otras siete vainas disparadas.

A partir de este momento, un capitán, dos tenientes y el mismo sargento que habría efectuado el disparo que acabó con la vida de Alejandro Jiménez Cruz habrían tratado de imponer su particular versión de los hechos a la tropa.