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12 horas para declararlos culpables

El jurado popular condena a la pareja acusada de asesinar a golpes a un niño de dos años en Elche y descarta atenuantes por consumo de drogas o enajenación. El fiscal y las acusaciones particulares mantienen la petición de prisión permanente

Los dos condenados por el asesinato del pequeño, minutos antes de conocer el veredicto.

Aarón tenía solo dos años y cuatro meses cuando una brutal paliza, en la que fue víctima incluso de un estrangulamiento, lo llevó inconsciente al Hospital del Vinalopó, en Elche, en la mañana del 13 de septiembre de 2018. La gravedad de sus lesiones obligó a trasladarlo al la UCI Pediátrica del Hospital General de Alicante, donde tras luchar agónicamente por su vida, murió cuatro días después. Los responsables de su muerte fueron las dos personas que, en teoría, debía velar por su integridad: su madre y su pareja, autor confeso de los golpes. A escasos días del segundo aniversario de su muerte, el jurado popular que juzga a la pareja les ha declarado culpables. El veredicto se hizo esperar. El juicio comenzó el pasado lunes, y el tribunal popular comenzó las deliberaciones a la una de la tarde del sábado. Doce horas después, a la una de la madrugada del domingo, la portavoz del jurado leía sus conclusiones, alcanzadas todas ellas por unanimidad. Eran culpables, sin peros.

El jurado tiró por tierra el único atenuante que podrían considerar: el del consumo de drogas. El acusado declaró que sufrió ub «ataque de ira» debido a la alta dosis de cocaína y alcohol que había ingerido tanto la noche antes del crimen como esa misma mañana. Sin embargo, en el veredicto del tribunal popular, señalaron que «no tenía alteración. No son adictos, las doses de consumo eran muy bajas», como prueba el testimonio de policías, médicos «ni él mismo, que les manifiesta que no se encontraba mareado» o alterado. El veredicto considera probado que «ocultó el estrangulamiento» tanto a los médicos como a los agentes. En cuando a la madre, señalan que es «culpable de haber consentido el maltrato reiterado y de las lesiones que le provocaron la muerte, no haciendo nada por impedirlo teniendo conocimiento de la gravedad» de los golpes que le estaban propinando al pequeño.

«Era conocedora de las palizas -prosigue el veredicto- y no hizo nada por impedirlo». Así, rechazan el testimonio de la mujer, que declaró en el juicio que desconocía que su hijo sufriera malos tratos por parte de su pareja. «Los moretones de diferentes colores eran visibles. No trabajaba, estaba siempre con el niño en cada, tuvo que verlos». Según el jurado, también estaba en la vivienda en la mañana en la que se produjo la mortal paliza.El veredicto también refleja la frialdad de la acusada tanto el día de los hechos como en sus declaraciones posteriores, pues «los policías no detectan que estuviera afectada» por lo sucedido. La misma frialdad demostró ayer mientras escuchaba las palabras del jurado, pues en ningún momento ninguno de los acusados dio muestra alguna de cualquier tipo de emociones durante la sesión. «Perverso, ruín y cobarde»

Tras el veredicto, llegó el turno de que las partes pidieran la condena que se ajustara a lo dictaminado por el jurado. La Fiscalía, que elevó la acusación tras el juicio hasta la prisión permanente revisable, volvió a solicitarla, con un duro alegato al calificar el asesinato como un acto «perverso, ruín, cobarde y traicionero». Asimismo, pidió que se le prohibieran las comunicaciones con el padre del menos y su familia por un periodo de 30 años, y que se le indemnice al padre del menor con 70.000 euros. La misma pena para ambos piden las dos acusaciones particulares, la que representa al padre biológico y a la abuela del niño.

Por su parte, la defensa del acusado pidió condenas menores. Atendiendo al veredicto y a los hechos probados que dictaminó el jurado popular, solicitó para el hombre 21 meses de prisión por el delito de malos tratos habituales, con el agravante de parentesco. En cuando al asesinato, solicitó que se rebaje la pena a 18 años y nueve meses, al entender que no puede calificarse los hechos como un asesinato, sino como un delito de homicidio con dolo eventual, también agravado. En la misma línea se manifestó la letrada de la acusada, que pidió reducir la pena en los mismos términos.

La última palabra ahora la tiene la magistrada presidenta del tribunal, que será quien determine la pena y redacte la sentencia, en el plazo de un mes.

El padre y la abuela del niño se abrazan con sus letradas tras el fallo. I. J. Iniesta

La familia, rota: «Por fin se ha hecho Justicia, ahora espero la máxima pena»  

El padre, la abuela y el padrino de Aarón no pudieron ocultar la emoción al escuchar el fallo que llevaban dos años esperando

«Envidio a mi madre. Ella rompe a llorar y descarga toda la presión. Yo no puedo, se me va todo al pecho, no aguanto la presión y el dolor». Félix Gálvez, el padre del menor de dos años asesinado en Elche, apenas pudo hacer un gesto de victoria cuando escuchó cómo el jurado declaraba culpables del asesinato de su hijo a quien una vez había sido su pareja, y al compañero sentimental de ésta.

No por esperado fue más llevadera la espera y la incertidumbre previa al veredicto. Y no solo por los seis días de juicio o las 12 horas de espera que tardó el jurado en deliberar y redactar el veredicto. La angustia le acompaña desde que hace dos años recibió una llamada de la Policía Nacional de Elche que le informaba de que se tenía que trasladar desde Madrid, donde reside actualmente, a la ciudad de las palmeras, ya que su hijo, del que no sabía nada desde hacía meses al huir su madre a la ciudad, estaba muy grave.

«Por fin se ha hecho justicia en este país. Ahora solo espero que la jueza aplique la pena máxima, la prisión permanente revisable, y que cumplan hasta el último día», señaló. El fallo le ayudará a dormir «algo más tranquilo» por las noches, pero el recuerdo de lo sucedido le acompañará de por vida. La espera hasta conocer la sentencia final será larga, pero «llegaremos hasta el final» y, si la magistrada no aplica la prisión permanente revisable, la recurrirán. Su abogada, Gemma González, y la de su madre (abuela del niño) Raquel Sánchez, mostraron su satisfacción a la salida, de madrugada, de la Ciudad de la Justicia de Elche, tras un largo proceso judicial.

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