La Guardia Civil ha detenido en la Vega Baja a 18 personas por su presunta pertenencia a una banda de narcos que secuestró y torturó en Catral a un hombre que hizo de intermediario en una compra de fardos de hachís que resultaron ser arcilla, ha informado la Comandancia de Alicante. La organización había comprado tres fardos con una peso cercano a los noventa kilos por la cantidad de 244.000 euros. Cuando la organización abrió los paquetes descubrió el engaño y procedieron al secuestro de la víctima como venganza.

Según las mismas fuentes, el hombre estuvo retenido durante una noche entera en una vivienda de Catral. Allí fue atado a una silla y torturado hasta que pudo escapar aprovechando un descuido de sus captores que le dejaron solo durante unos minutos. Las lesiones que sufrió eran tan graves que el hombre tuvo que estar varios días hospitalizado. Los agentes de la Guardia Civil estaban investigando desde el mes de abril a esta organización dedicada al tráfico de drogas. Dos de los miembros de la banda habían decidido separarse para hacer de intermediarios en las transacciones de drogas, circunstancia en la que se produjo la fallida adquisición de los noventa kilos de hachís. Según la Guardia Civil, el secuestro se utilizó para presionar al segundo de los intermediarios que intentaba desesperadamente reunir el dinero exigido a sabiendas de que podría correr el mismo destino que su socio.

El secuestro obligó a dejar de lado las investigaciones por narcotráfico para centrarse en la protección de la víctima y localizar y detener a los presuntos autores. Durante varios días, la Guardia Civil estableció varios dispositivos intensivos que culminaron con la detención escalonada de los presuntos diez participantes en el secuestro. Cada uno de ellos tuvo funciones muy concretas para el encierro de la víctima: la búsqueda de la casa, la ejecución material del secuestro, el traslado y las agresiones físicas.

Concluida esta fase de la operación, retomó la causa inicial por venta de sustancias estupefacientes, que finalizó la semana pasada tras la detención del resto de los miembros de la banda, otras siete personas más.

Durante estos cinco meses se han practicado ocho registros en las localidades de Almoradí y Catral, se ha desarticulado un cultivo indoor de marihuana con 85 plantas, se han intervenido cinco kilos de cogollos de maría empaquetados, varias dosis de cocaína, tres armas de fuego largas, 15.000 euros en efectivo y tres vehículos de alta gama.

Los arrestos se fueron practicando de manera escalonada, siendo practicadas once entre finales de julio y principios de agosto (coincidiendo con el secuestro) y las siete últimas durante este mes de septiembre.

En total, han sido detenidas 18 personas por delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, secuestro y lesiones graves. Entre los arrestados hay once españoles con edades comprendidas entre los 19 y los 47 años; tres albaneses; dos ingleses, un holandés y un argentino. El juzgado de Instrucción número tres Orihuela, que investiga los hechos, ha decretado el ingreso en prisión para diez de los miembros de la banda.