Una infidelidad virtual desencadenó en Alicante un intento de extorsión a un hombre por parte de su mujer, de 33 años, y otros dos varones –de 19 y 24 años–, los cuales han sido detenidos por la Policía Nacional por exigirle dinero bajo la amenaza de difundir fotos eróticas que la víctima había enviado a una joven con la que mantenía una amistad telefónica.

A diferencia de otras extorsiones similares, los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante pudieron comprobar que el chantaje denunciado por un hombre tenía otro trasfondo. La víctima relató en su denuncia que estaba recibiendo llamadas desde un número oculto y el interlocutor le pidió diferentes cantidades de dinero, entre 500 y 2.000 euros, si no quería que se difundiesen unas fotos de contenido sexual que el denunciante había enviado previamente a una joven con la que mantenía «una amistad telefónica», según la información facilitada ayer por la Policía.

Número oculto

Los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos centraron sus pesquisas en las llamadas y pese a recibirlas la víctima con número oculto averiguaron que el teléfono pertenecía a un joven conocido del denunciante y de su mujer.

A raíz de ello la Policía descubrió el verdadero trasfondo del chantaje, que no era otro que un intento de la mujer del denunciante por poner fin a la «aventura» de su marido. Según la investigación, la mujer descubrió una supuesta infidelidad de su marido y con el fin de que terminara la misma pidió ayuda a un amigo.

El plan era amenazarlo con difundir las fotos eróticas que la mujer descubrió en su terminal telefónico, pero como el amigo de la mujer era conocido de la pareja recurrieron a una tercera persona para que efectuara las llamadas y la víctima no reconociera su voz.

Según la Policía, todo se llevó a cabo siguiendo las instrucciones de la mujer del denunciante para poder consumar el chantaje.

Una vez identificados los implicados la Policía Nacional detuvo a las tres personas y tras prestar declaración ante los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos quedaron en libertad con cargos, a la espera ser citados por el juzgado que instruya las diligencias.